14 may. 2025

Fernando Quiroz dice que algunos leen “Justos por pecadores” como un libro de auto-ayuda

Lima, 26 jul (EFE).- El escritor colombiano Fernando Quiroz, finalista del premio Planeta-Casa América 2008 con su novela “Justos por pecadores”, aseguró que le parece curioso que algunos de sus lectores perciban su reciente publicación como un libro de auto-ayuda.

“Se ha acercado gente que me ha dicho gracias, yo he pasado por un proceso muy similar al personaje (de “Justos por pecadores”), estoy en muy mal estado y me ha servido mucho”, dijo Quiroz en una entrevista con Efe.


La novela del colombiano relata la historia de Vicente, un hombre que después de diez años en el Opus Dei encuentra una razón poderosa para abandonar la congregación, una mujer, e intenta dejar atrás una vida de miedos y culpas. EFE | Ampliar imagen

“Creo que hay gente que lo ha leído como auto-ayuda”, añadió.

Después reflexionó que a los escritores en general “les preocupa mucho” que identifiquen sus obras con el tema de la “auto-ayuda”, cosa que, en su caso, le pareció “muy curioso”.

“Justos por pecadores” será presentada hoy junto a “La casa de Dostoievski”, de Jorge Edwards, finalista y ganadora, respectivamente, del premio Planeta-Casa América 2008, en la Feria Internacional del Libro (FIL) de Lima, que irá hasta el 3 de agosto.

La novela del colombiano relata la historia de Vicente, un hombre que después de diez años en el Opus Dei encuentra una razón poderosa para abandonar la congregación, una mujer, e intenta dejar atrás una vida de miedos y culpas que le impiden relacionarse de manera sentimental y sexual con el objeto amado.

Y es en ese proceso personal del protagonista, inspirado en un antiguo profesor suyo, que la gente se identifica, precisó Quiroz, al admitir que su obra también ha sido interpretada como una denuncia contra el Opus Dei.

“Nunca la pensé como una novela de denuncia, pero se ha convertido en una novela de denuncia”, puntualizó Quiroz, que insistió que en los tres relatos que ya ha publicado la temática central es el amor y las relaciones de pareja.

Quiroz, que fue parte del Opus Dei por más de una década, acotó que a pesar de su experiencia personal quiso hacer una exhaustiva investigación de esta congregación y se contactó con otras personas que la habían abandonado para construir su novela.

Esta pesquisa pudo ser un “extenso reportaje periodístico” contando con que él fue un hombre de prensa antes de convertirse en escritor, pero derivó en una novela porque es un género al que está dedicado hace algunos años.

Sobre los vínculos de la novela con el Opus Dei insistió en que fueron plasmados en el texto “sin odio, ni rencor”, sentimientos que lo embargaron anteriormente, y por eso esperó “un buen tiempo” para sacarlos a la luz dado que: “no quería privarme de hacerlo”.

“Los escritores casi siempre estamos constantemente en el diván, mientras escribimos, incluso con temas que creemos que no tienen que ver con nuestras vidas pasadas, siempre hay cosas que se cuelan, siempre hay cosas de psicoanálisis en lo que escribimos”, enfatizó.

Pese a los reclamos, entre ellos por parte de un portavoz del Opus Dei, para que deslinde qué parte de la novela es verdad o ficción, el también autor de “Esto huele mal”, que fue llevada al cine, insistió en que en su novela “todo es ficción, pero cuenta verdades”.

Sobre el conflicto interno en Colombia, Quiroz manifestó que es “un telón de fondo” para sus compatriotas y una realidad que le ha tocado vivir.

Sin embargo, plasmar esa realidad “no es una obligación” para sus colegas de Colombia, sino una “opción”, agregó.

Quiroz también tomó distancia con la idealización de Colombia como una eterna Macondo.

“Pienso que esa cosa como de ensueño, del trópico que está retratado en la obra de García Márquez, tristemente ya no lo es. Estamos más parecidos al Chicago de la época de los gánsters o al Nueva York en la época de Corleone”, sentenció.

Quiroz tiene en el tintero otra historia de amor que se encuentra en la etapa de “escribir en la cabeza”, en “servilletas de papel” y que se ambientará en Bogotá, Cartagena o Buenos Aires.

Trata de las personas “que puedes encontrar en la esquina en cualquiera de las ciudades” y “que piensan que no les pasa nada extraordinario”, es una obra que “apunta hacia la soledad que se vive en medio de las multitudes”.