Según The New York Times, el director del FBI, Christopher Wray, y el director interino del Servicio de Ciudadanía y de Inmigración de EEUU, Kenneth Cuccinelli, se mostraron profundamente preocupados en una llamada telefónica que se extendió 45 minutos por la posibilidad de que se desate violencia extremista, contaron al medio algunos de los participantes en la conversación.
Wray apuntó en la llamada que “hay que seguir compartiendo demasiada información de inteligencia”, según el testimonio del jefe del Departamento de Policía de Miami, Jorge Colina.
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“No quieren que asumamos que ellos ya saben algo en concreto, así que cualquier cosa con la que nos crucemos, que por favor se la enviemos”, apuntó Colina.
Los altos cargos señalaron además que lanzarán una advertencia de amenaza nacional en la que se urgirá a todos los estadounidenses a ser cautos en los próximos días, según un policía que también escuchó la llamada pero que pidió permanecer en el anonimato dado el carácter confidencial de la información.
Tras haber desplegado un gran número de dispositivos para proteger el Capitolio de Washington, los altos cargos de ambas agencias parecían estar preocupados por posibles ataques sobre capitolios estatales, edificios federales, residencias de legisladores y negocios.
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Representantes de las fuerzas de seguridad dijeron además estar vigilando de cerca conversaciones entre extremistas en internet y pidieron a los jefes de policía que también tengan en cuenta a personas que puedan actuar en solitario así como a grupos armados locales.
“Están muy, muy preocupados por lo que denominaron extremistas violentos domésticos y que se puedan empotrar en las protestas”, dijo la fuente anónima.
“Cristopher Wray parecía estar particularmente preocupado por la indiferencia que esta gente muestra con respecto a un gobierno democrático”, agregó.