En plena pandemia, las farmacéuticas están al borde de un desabastecimiento porque no cobran la millonaria deuda de G. 800.000 millones que adeuda el Ministerio de Salud Pública (MSP). Los trámites para certificación de deuda son lentos, por lo que aún no se concretó la segunda cesión de derecho de cobro a través de bancos.
A días del mes de diciembre, el sector hace un llamado a las autoridades sanitarias para el desembolso que permitirá el pago de aguinaldo a los empleados, a los proveedores internacionales y para garantizar la provisión de los próximos 90 días, tiempo en que acecha la sombra de una segunda ola de Covid. La millonaria deuda corresponde solo al 2019, no incluye la provisión por la pandemia.
El representante de la Cámara de la Industria Química Farmacéutica del Paraguay (Cifarma), Luis Ávila, dijo que ya están proveyendo el stock reservado para los meses de enero y febrero, por lo que corre peligro la provisión para los siguientes tres meses. “Si no me reabastezco pongo en riego la provisión de los próximos 90 días”.
A la sombra de la segunda ola, se suma un eventual desabastecimiento de los insumos debido a la falta de pago de la millonaria deuda. “Nuestra preocupación es la segunda ola. Hace días teníamos camas libres, hoy tenemos todas las camas ocupadas. Eso significa que nos van a pedir más cosas. Estamos llegando a diciembre y si nosotros no logramos efectivizar el pago en los próximos días va a estar complicado”, indicó.
El representante de Cifarma señaló que ya se están quedando sin stock. “No nos reabastecimos todavía. ¿Por qué no nos reabastecimos? Porque no hemos cobrado. Estamos consumiendo el stock disponible y no estoy pudiendo reponer”, manifestó.
Cifarma urge el cobro. “La situación crítica de Salud tiene su impacto en los proveedores. Si a ellos se les colapsa el hospital, a nosotros nos van a colapsar con pedidos. Para seguir proveyéndole necesito abastecerme”, dijo.
PANORAMA CRÍTICO
La directora de la Cámara de Representantes e Importadores de Productos Farmacéuticos (Cripfa), Karin Wasmosy, señaló que la deuda del MSP crece porque la provisión es mayor al pago. “Tenemos que seguir proveyendo porque el contrato es perjudicial para el proveedor. Tenemos multas diarias en caso de no proveer. Si te requieren un producto estamos obligados a seguir proveyendo a pesar de que no nos pagan en el plazo que dice el contrato. El plazo habla de 60 días; sin embargo, tenemos atrasos de un año”, refirió.
Cripfa depende del desembolso para seguir operando y proveyendo en plena pandemia. “No sé hasta qué punto vamos a estar en condiciones de seguir sobreendeudándonos porque se sigue requiriendo productos. Ya no aguantamos más, tenemos que pagar aguinaldo, las empresas están colapsadas. Hemos hecho un esfuerzo enorme para no desvincular a nadie con esta pandemia”, enfatizó.
El viceministro Julio Rolón no atendió las llamadas de ÚH.