“El propósito de todas mis fotos es capturar el poder de la naturaleza y expresarla de una manera que inspire a alguien pasión y conexión con la imagen”, manifestó Peter Lik, el fotógrafo australiano que tomó la foto de lo que parece ser un fantasma.
Según informó el portal Infobae, Ilusion, y Humores eternos, obras anteriores a Fantasma, ya se habían adquirido por el mismo coleccionista por valores elevados: USD 2,4 millones y USD 1,1 millones, respectivamente.
Por el precio de venta, la imagen sacada en el Cañón Antílope de Arizona, obtuvo un récord mundial.
La foto más cara antes de concretarse la venta de Fantasma fue Rhein II del alemán Andreas Gursky que en el 2011 fue vendida por USD 4,3 millones. La obra mostraba el Río Rin con edificios y personas borrados digitalmente.