Vanessa Rodríguez
MISIONES
Las 350 familias afectadas por la intensa lluvia en San Ignacio Misiones no han tenido descanso debido a que este sábado nuevamente se registraron intensas precipitaciones, que les obligaron a volver a abandonar sus hogares –donde recién estaban retornando– que fueron avanzadas por el agua tras el desborde del primer arroyo.
Se observó a niños, ancianos y familias enteras saliendo de sus casas con algunas pertenencias que pudieron rescatar, además del intenso movimiento de los bomberos, patrulleras y vehículos de la Municipalidad.
“Estamos aquí, en medio de la humedad y del mal olor en el matadero, pues es el lugar más cercano a nuestras casas, para resguardar nuestras cosas de los rateros”, expresó con tristeza Juana Salinas Sánchez, una de las damnificadas del barrio resistencia.
Agregó que en el matadero no están tan lejos del agua, pero están más tranquilos que si estuvieran lejos de sus casas, “los hombres van a hacer guardia constantemente para que no nos roben nuestras cosas”, añadió.
Carlos Ortiz Balmaceda, poblador del barrio San Roque, expresó que es una situación que les toca enfrentar cada año y es una pesadilla de la cual quieren despertar.
“Sufrimos mucho, pedimos que las autoridades limpien la canalización como corresponde, siempre nos prometen pero no cumplen como se debe, algunos de los que viven en el centro en la altura no tienen conciencia y tiran la basura en el cauce del arroyo; y nosotros que estamos en la parte baja pagamos las consecuencias, es nuestra pesadilla de cada año”, manifestó.
Asistencia. Por su parte el intendente de la comunidad, Carlos Afara, menciono que están asistiendo sin descanso a las familias de los barrios y compañías con apoyo de la Secretaría de Emergencia Nacional y la Gobernación de Misiones. “Hemos recibido 290 colchones enviados por la SEN más kits de alimentos, los funcionarios municipales y voluntarios se encargan de clasificar y entregar a cada familia, tenemos albergues en la escuela Santo Ángel, en el matadero, y hay conflicto porque hay un grupo que no quiere irse a pesar de la buena predisposición de la directora de la Escuela Resistencia”, lamentó.
Añadió que en la escuela Rosa Pérez están los pobladores de los barrios San Roque y María Auxiliadora, y en la escuela de la Villa Primaveral los habitantes de dicho barrio. “Pido a Dios y a la Virgen que nos bendigan, que cesen las lluvias y que no haya víctimas que lamentar, luego de este problema tendremos una mesa de diálogo para debatir sobre los conflictos y demás problemas”, declaró Afara.
Escuelas. La directora de la escuela Rosa Pérez del barrio San Roque, Sixta Galeano, comentó que la mayoría de los damnificados son de la institución. “Los que aquí se refugian son 60 personas, alrededor de 15 familias, nuestros alumnos, sus padres y nosotros les abrimos la puerta por humanidad porque como institución tenemos reglamentos, pero los que están aquí entienden y cuidan nuestras cosas”, indicó.
Mencionó que le impresiona la impotencia en el rostro de las personas que llegan a la institución buscando refugio. “Es triste cuando vienen llorando con sus cosas, sust animalitos todos mojados y con frío”, expresó.
La olla popular fue nuevamente el método empleado para que los damnificados puedan saborear un delicioso menú.