Con 39 votos en contra, los diputados dieron la espalda a la ciudadanía que denuncia las carencias en Salud Pública y el calvario que viven, en particular, los enfermos y familiares de pacientes con cáncer. Desde su mayoría, los cartistas obstaculizaron todo propósito de la oposición de llegar a indagar o hacer preguntas directas a autoridades, contradiciendo la supuesta transparencia que quiere mostrar el Gobierno.
Solo 20 votaron a favor de la interpelación, 12 se abstuvieron y hubo 9 ausencias.
Con relación al resultado, la diputada Johanna Ortega en su intervención lamentó la indolencia de sus colegas y subrayó que es necesario que la Cámara aprenda a hacer ejercicio de su rol de control, que es la naturaleza de las cámaras del Congreso con relación al Ejecutivo.
“Esto no debería ser un debate, deberíamos utilizar la herramienta y garantía constitucional las veces que tengamos dudas o preguntas hacia una autoridad, que para eso está”, expresó.
El diputado Raúl Benítez fue más punzante y dijo que el rechazo hace constar “que quien está en contra de la gente es esa mayoría irresponsable y solo sirve para adquirir poder, pero para solución de la salud pública, educación, a esa mayoría no le importa”.
El diputado Guillermo Rodríguez expresó que incluso a pacientes en estado de guerra se les atiende mejor que en hospitales públicos. Se refirió al joven que falleció sentado en una camilla en el Hospital Distrital de Ciudad del Este. “A mí no me va a pasar esto como político ni ser humano: deshumanizarnos, mirar esto con naturalidad”, sostuvo al tiempo de considerar insuficiente solo interpelar, además de que sea necesario “echar a patadas” a ambos por la falta de gestión.
El proyectista liberal, Adrián Billy Vaesken, manifestó que la mala gestión de las autoridades del Incán pone en peligro a personas, incluso debería tener intervención judicial.
“Con el desmantelamiento del equipo de braquiterapia, único en el país y con un costo de USD 660.000, queremos saber con qué motivo hizo eso –Doria–, si comunicó a la autoridad radiológica nacional porque sus acciones, aparte de negligentes y criminales, rayan lo ilegal y el Ministerio Público debe tomar medidas”, indicó.
Latorre vs. Barán. El diputado Mauricio Espínola además de pedir la cabeza, dio nombre para el reemplazo. “No solamente voy a pedir la interpelación de la ministra, sino que el presidente Santiago Peña pueda analizar que usted, presidente, más temprano que tarde, el lunes o el próximo mes, el presidente de la Cámara el colega Raúl Latorre pueda ser el ministro de Salud. Gracias”, expresó ante una mayoría nerviosa.
No obstante, desde la conducción de la Cámara Baja, Latorre con un risa nerviosa sostuvo “creo que voy a pagar algún costo por ese discurso”, refiriéndose a Espínola.