Los líderes comunitarios celebran en Bruselas la primera jornada de una cumbre extraordinaria dedicada al marco financiero plurianual, que se prolongará al menos hasta el viernes y que aún no ofrece garantías de un acuerdo.
La negociación del presupuesto plurianual es tradicionalmente una de las más duras en la UE, pero en esta ocasión se añade la dificultad de la salida del Reino Unido, un contribuyente neto -aportaba más de lo que recibía- que deja un agujero de hasta 75.000 millones de euros para el septenio. El monto en disputa, aunque alto en términos absolutos, es mínimo si se compara con la riqueza de los países en disputa, e inferior al presupuesto actual (2014-2020).
La propuesta base para la negociación, hecha por el presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, plantea una dotación de 1,09 billones de euros, equivalente al 1,074% de la Renta Nacional Bruta (RNB) conjunta de los 27, cuando el presupuesto nacional de un país de la UE equivale de media al 46% de su riqueza. La disputa gira en torno a bajarlo al 1%, como piden los más austeros, o elevarlo al 1,11% -propuesto por la Comisión Europea-, al que se agarran defensores de políticas agrarias y de cohesión. La diferencia entre un extremo y otro son unos 112.000 millones de euros. EFE