Se hizo su audiencia de imposición de medidas, donde su abogado pidió que se le dé el arresto domiciliario; sin embargo, el magistrado de Delitos Económicos, Humberto Otazú, decidió su prisión preventiva, en libre comunicación.
La mujer –luego de estar prófuga el fin de semana– se presentó el lunes ante los fiscales Osmar Legal y Francisco Cabrera, pero decidió no declarar.
TRAS RESTRICCIONES. Tío Rico fue recientemente extraditado del Brasil y debe enfrentar su proceso en la causa A Ultranza Py. Se lo considera como un eslabón importante en esquemas del crimen organizado; es por ello que cuenta con masivas restricciones impuestas por la jueza Rosarito Montanía.
Si bien se le da la posibilidad del uso del celular, esto es rigurosamente controlado por los agentes militares que lo custodian en la cárcel de Viñas Cué y se le impuso un horario para que disponga del aparato.
Presuntamente, por esas restricciones es que intentaron hacer ingresar de manera clandestina un teléfono para que Insfrán use y posteriormente planeaban ir metiendo heladera, cama y otros electrodomésticos, según presume la Fiscalía.
El coronel Luis María Belotto, quien entregó su carrera al meterse en este enredo, cayó detenido el viernes de la semana pasada, luego de que el subalterno a quien ofreció el dinero (G. 10 millones para empezar) lo haya denunciado ante sus superiores.
TODO REGISTRADO. Una vez que llegó el caso a la Fiscalía, empezaron a grabar los encuentros entre el soldado militar, la esposa y el coronel.
Estas reuniones –donde se ofrecía el dinero– quedaron también registradas en las cámaras del circuito cerrado de una estación de servicio.
Lo que se planeaba era meter paquetes de yerba y té y dentro de estos estaría el celular que el soldado haría llegar hasta Insfrán.
El plan estaba todo, pero no se logró concretar por la detención del coronel.
Ahora está a disposición de la Fiscalía el celular de Belotto y se hará la extracción de datos. Lo que se investigará es la conexión de Miguel Ángel Insfrán con el militar.
El coronel está con reclusión en el Comando del Ejército, hasta nueva disposición de parte del Juzgado.