21 dic. 2025

Escritores españoles alertan sobre la marginalidad en que está la literatura

Los escritores españoles Sara Mesa, Antonio Orejudo y Marta Sanz alertaron sobre la marginalidad y la “irrelevancia” de la literatura en la actualidad y la crisis de su oficio provocada por la cultura digital y las presiones comerciales.

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Imagen ilustrativa. Los 10 destacados escritores paraguayos. | Foto: escritoradebolsillo.com

Foto: escritoradebolsillo.com

EFE

Los autores hablaron del tema en la Feria Internacional del Libro de La Paz, que tiene a España como país invitado de honor, en un coloquio moderado por el periodista boliviano Fernando Molina.

“La literatura terminará convirtiéndose en algo minoritario, como cultivar orquídeas”, advirtió Mesa, autora de “Mala letra” (2016).

Orejudo, profesor universitario de literatura española y autor de “Fabulosas narraciones por historias” (Premio Tigre Juan 1997) y “Ventajas de viajar en tren”, sostuvo que la cultura libresca ha pasado a ocupar “una esquina marginal” en vez del lugar central que tenía hace pocas décadas.

“Me siento más cercano de (el poeta italiano del siglo XIV) Petrarca que de mi hijo Jorge, que tiene diecisiete años”, remachó.

Marta Sanz, autora de “Black, black, black” y “Farándula” (Premio Herralde de novela 2015), lamentó que durante mucho tiempo los escritores españoles no se esforzaron en “buscar nuevos lenguajes”.

“La irrelevancia de la literatura nos la hemos ganado a pulso los escritores”, porque, dijo, han dejado de “tomársela en serio”, indicó.

Los autores lamentaron las dificultades para ganarse la vida escribiendo debido a que la crisis económica tuvo como consecuencia una drástica rebaja de los anticipos para los autores.

A pesar del panorama pesimista, también reivindicaron la literatura arriesgada, que experimenta con géneros y lenguajes y saca a los lectores de su zona de confort.

Sanz hizo crítica y autocrítica de la actitud contraria: “damos la razón en todo a los lectores porque los tratamos como clientes”.

Mesa opinó que “no hay que hacer concesiones al lector”, pero lamentó que probablemente sean los autores de propuestas más arriesgadas y menos comerciales quienes saldrán del mercado ya que “se publican cosas muy buenas, que se leen menos”.

Sobre el punto, Orejudo abogó por aplicar a la creación literaria los principios del juego del “tira y afloja”, dando al lector lo que aparentemente quiere pero dando “una vuelta de tuerca”.

Animó a sus colegas a seguir el ejemplo de Flaubert, que publicó Madame Bovary bajo el formato comercial de la novela por entregas y el drama romántico, pero acabó firmando un clásico universal.

Los autores coincidieron en la voluntad de seguir escribiendo, entre otras cosas porque, dijeron, no saben hacer otra cosa.

No obstante, pusieron al público en guardia y mostraron su preocupación por los bajos índices de lectura que, según su visión, registran las generaciones más jóvenes.

“La lectura requiere virtudes que han pasado de moda”, como la soledad, la concentración y la quietud, advirtió Orejudo.

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