Hugo Richer es un conocido dirigente socialista del Frente Guasu, que ocupó varios cargos; primero como ministro de la Secretaría de Acción Social, durante el gobierno de Fernando Lugo, y luego fue senador durante dos periodos.
Actualmente, Richer es uno de los impulsores del resurgimiento del Frente Guasu, que ganó un solo espacio en el Congreso tras las elecciones del 2023 con Esperanza Martínez, quien ya no forma parte de la agrupación.
Sostiene que la oposición debe convertirse en una alternativa creíble y posible para la gente que realmente quiere el cambio en el Paraguay y plantea discutir con los demás partidos cuáles son los acuerdos posibles para construir ese país para la población.
En ese sentido, afirmó tajantemente que “hay que reorganizar profundamente el Estado paraguayo” y que no toda la oposición habla de eso.
“No se puede hacer el cambio cuando hay partes o grupos de la dirigencia de la oposición que se parecen demasiado al Partido Colorado”, indicó.
Precisó que es necesario luchar contra el cartismo, y esta requiere de una agenda social. “Si no hay una agenda social, difícilmente nuestra lucha va a tener la adhesión de amplios sectores sociales o ciudadanos”, manifestó.
“Hay que buscar elevar el nivel del debate político y ese nivel de debate político no se trata de juntarnos y sacarnos una foto”, observó y a renglón seguido, dijo que no hay un acuerdo programático de los sectores que marcharon el 26 de marzo pasado.
“A la foto no le acompaña una propuesta”, criticó.
Cree que la política se ha mediatizado demasiado y está bien siempre y cuando tenga contenido, “pero no se le puede disputar a la mafia de algunos dirigentes del Partido Colorado y del Gobierno sin que tengamos puentes que puedan atraer a una población descontenta”.
“Solamente juntándonos, se ha demostrado desde 1993 a esta parte, excepto en el 2008, que el simple hecho de juntarse no genera precisamente esa mayoría para ganar una elección”, resaltó.
Al ser consultado sobre la ausencia del Frente Guasu en la manifestación de la oposición y en la firma del acuerdo de los precandidatos de Asunción, respondió que la agrupación no fue invitada a esos eventos; no obstante, dice que tanto él como los demás líderes están de acuerdo con discutir y buscar los acuerdos políticos.
Desafíos
Richer señaló que la situación del país no será fácil en los próximos años. Mencionó que los organismos internacionales están ajustando el crecimiento de la deuda pública mundial con relación al producto interno bruto (PIB), y se habla de que en el 2027 esa deuda pública va a superar el PIB. “Paraguay está entre el 38 y el 40% de la deuda del PIB, y nosotros necesitamos invertir para desarrollar el Paraguay”, explicó.
“¿Va a llevar eso necesariamente a una política de reestructuración de la deuda? Yo creo que sí. Estamos muy acotados en la recaudación financiera del Estado. Hay que hacer ajustes fiscales y fortalecer el sistema fiscal de recaudación, con el fin de enfrentar lo que queremos hacer”, detalló.
Puso como ejemplo la construcción de un sistema de salud universal y gratuito, pero que tendrá un costo, y debe ser financiado con los impuestos.
“Esa discusión la oposición no sé si se niega a hacer, pero por lo menos no lo hace, porque si queremos derrotar al Partido Colorado, es necesario derrotarle al cartismo y es absolutamente indispensable no parecernos a ellos. Tenemos que plantear un proyecto diferente”, manifestó.
Por otro lado, refirió que el modelo de producción actual está agotado y eso está relacionado con el impacto de la crisis climática. Asimismo, dijo que el país se está encaminando hacia el nivel 1 de desigualdad perfecta, del coeficiente Gini.
“¿Qué inversión social vamos a hacer para esto? Y eso significa contar con recursos”, añadió.
Sostuvo que si se va a avanzar en una política de industrialización, se debe apuntar a fortalecer las pequeñas y medianas empresas, y estas deben necesariamente trabajar con el fortalecimiento de la agricultura campesina como una base sustancial del proceso de industrialización. “Si ese va a ser nuestro camino, sentémonos”, propuso.
Lamentó que los gobiernos colorados no hayan invertido en el bono demográfico favorable y ya está declinando.
“Las inversiones no vienen a Paraguay porque no hay mano de obra calificada”, observó.
“Sumado a todo este panorama desalentador, se encuentra el colapso energético anunciado entre el 2030 y el 2035”, recalcó.
Acerca de la construcción de una nueva vía para llegar a San Bernardino, mencionó que Paraguay necesita ampliar su infraestructura, pero en función de proyectos de desarrollo. “Yo puedo hacer rutas acá o ruta allá, pero tiene que ver con el proyecto de desarrollo estratégico que se plantea en Paraguay y esa es la discusión ausente en nuestro país”, indicó.
Señaló que los colorados “tienen un modelo de gestión clientelar, prebendario y de negocio. Detrás de cada iniciativa o inversión del Estado, existen negocios de grupos que eternamente están vinculados”, aseveró.
GOBIERNO
“Santiago Peña es, entre comillas, un mandatario de Horacio Cartes. A él le falta mucho para constituirse o representar la figura de un estadista, jefe de Estado”, opinó sobre el presidente.
En tanto, Horacio Cartes “es la representación de un grupo de empresarios, que tuvieron una manera de enriquecerse en un país de enriquecimientos fraudulentos”.
“Tenemos el problema de que ese modelo de enriquecimiento fraudulento ha corrompido la Justicia, la política, el Poder Ejecutivo y en los últimos tiempos, ha llegado eso a su máxima expresión”, subrayó. Destacó que la consecuencia de ese modelo que representa el cartismo es una sociedad que en el 60% o 70% está contenta con lo que ocurre en el país.
No cree que Horacio Cartes sea imbatible electoralmente y trajo a colación los resultados, de las elecciones donde la ANR tuvo 1.300.000 votos porque “en gran medida la oposición, con la construcción de alternativas, las cosas se hicieron mal”.
“En el 2023, no logramos transmitir esa confianza a la gente y terminó votando, otra propuesta política, me refiero a Payo Cubas”, expresó, sobre quien dijo que ni siquiera tiene un proyecto político, pero cuenta con un componente de autoritarismo muy fuerte.
En cuanto al nivel de debate del Congreso, dijo que la política también es resultado de un proceso de mucha mediocridad en la sociedad.
“Hoy día, el Paraguay casi no tiene una élite intelectual que genere ideas, pensamiento o críticas. Eso se reproduce en la política”, describió y agregó que los partidos políticos están en decadencia porque no discuten y no debaten.
“Soy un confiado en los procesos políticos, en los procesos colectivos, sociales. Yo creo que va a emerger de algún sector de la sociedad una nueva visión de país, superadora de lo que estamos viviendo”, finalizó.