Como primera cuestión, se apunta a un crecimiento económico que depende de factores externos, resaltando que el modelo agroexportador está llegando a niveles de crecimiento orgánico y según el Fondo Monetario internacional (FMI), la economía paraguaya crecería 3,5% en los próximos años, por debajo de sus promedios de quinquenios anteriores.
Otro asunto es que la inflación se mantiene en niveles elevados, y al respecto consideran que si bien el Banco Central local mantendría elevadas las tasas de referencia, esta política es insuficiente para estabilizar los precios y se requiere realizar un ajuste fiscal que reduzca los gastos superfluos y mantenga aquellos realmente necesarios para generar condiciones para los negocios y la actividad (infraestructura, gobierno digital, conectividad a internet) así como los de la política social: salud, educación, entre otros.
En cuanto al déficit fiscal, se apunta que el 2023 sería el duodécimo año consecutivo de déficit fiscal, con gastos rígidos que constituyen parte importante del total y dejan escaso espacio para lo fundamental: inversiones económicas y sociales.
Los otros puntos señalados son el aumento de la deuda pública, la necesidad de aumentar formalidad y la imagen país, el combate a la corrupción, la baja calidad del empleo y la desigualdad.