El papa Francisco, a propósito de la lectura de hoy, dijo: “Los discípulos se asustan al ver a Jesús que camina hacia ellos sobre el agua, los apóstoles no habían comprendido el milagro de los panes porque su corazón estaba endurecido.
Un corazón puede ser de piedra por tantos motivos. Por ejemplo, a causa de experiencias dolorosas. Sucede a los discípulos de Emaús, temerosos de hacerse ilusiones otra vez.
Sucede a Tomás que rechaza creer en la resurrección de Jesús. Otro motivo que endurece el corazón es la cerrazón en sí mismo.
Y la cerrazón puede girar en torno a tantas cosas: Pensemos en el orgullo, en la suficiencia, pensar que yo soy mejor que los demás, también en la vanidad, ¿no?
Existen el hombre y la mujer espejo, que están encerrados en sí mismos para verse a sí mismos continuamente, ¿no? Estos narcisistas religiosos, ¿no? También está quien se atrinchera detrás de la ley, aferrándose a la letra a lo que establecen los mandamientos.
El corazón, cuando se endurece, no es libre y si no es libre es porque no ama... El amor perfecto disipa el temor: En el amor no hay temor, porque el temor supone un castigo y quien teme no es perfecto en el amor.
No es libre. Siempre tiene temor de que suceda algo doloroso, triste. Que me vaya mal en la vida o que ponga en peligro mi salvación eterna… Tantas imaginaciones porque no ama. Quien no ama no es libre. Y su corazón estaba endurecido, porque aún no habían aprendido a amar.
Entonces, ¿quién nos enseña a amar? ¿Quién nos libera de esta dureza?
Tú puedes hacer mil cursos de catequesis, mil cursos de espiritualidad, mil cursos de yoga, zen y todas estas cosas. Pero todo esto jamás será capaz de darte la libertad de hijo.
Es solo el Espíritu Santo quien mueve tu corazón para decir “Padre”. Solo el Espíritu Santo es capaz de disipar, de romper esta dureza del corazón y hacer un corazón… ¿Blando? No sé, no me gusta la palabra… Dócil. Dócil al Señor. Dócil a la libertad del amor.
(Frases extractadas de https://www.pildorasdefe.net/liturgia/evangelio-marcos-6-45-52-papa-francisco-jesus-camina-sobre-las-aguas-discipulos-fantasma).