En el Senado se instala un nuevo debate y esta vez tiene que ver con la posibilidad de la pérdida de investidura del cartista Víctor Bogado. El mismo fue condenado por la justicia por el polémico caso de la niñera de oro con una simbólica pena de apenas 1 año de cárcel que no cumplirá.
Aunque todavía hay mucho hermetismo, algunos senadores se excusan de opinar, pero otros admiten que habrá discusión y que dependerá de las posturas de las bancadas.
Hugo Richer, del Frente Guasu, y Stephan Rasmussen, de Patria Querida, indicaron que analizarán la situación en sus respectivos bloques.
Por su parte, el que abiertamente ya sentó una postura alegando que no corresponde la pérdida de investidura es el llanista Fernando Silva Facetti.
“Ni hemos hablado todavía en la bancada. Lo que sabemos es que hay una condena, lo que supone la existencia de un delito”, manifestó Richer.
Alegó que ahora hay que configurar dentro del tráfico de influencias, de acuerdo a la condena, y que aún no accedió a los detalles más allá de informes periodísticos.
Mencionó que se tiene como antecedente el caso del ex senador cartista Óscar González Daher.
“Sin que exista un proceso judicial, se argumentó por la pérdida de investidura desde el tráfico de influencia”, recordó el parlamentario.
De hecho, con González Daher se aplicó por primera vez la pérdida de la investidura. El mismo quedó fuera del Senado, al igual que Jorge Oviedo Matto, del Unace.
“Vamos a informarnos bien también del caso, consultar con nuestros asesores jurídicos, hablar con gente de la otra bancada y tener una posición ante un hecho consumado”, refirió el luguista.
“La condena supone la existencia de un delito. Más allá de que él (Bogado) pueda apelar o no, hay elementos que la bancada tiene que analizar y asumir una postura en su oportunidad”, remarcó.
“Lo que hay que ver es cuál es el fundamento de la sentencia, si efectivamente habla de tráfico de influencia o no”, insistió el senador.
“Yo no quiero opinar todavía sobre eso, porque no tengo toda la información. Sería muy apurado de mi parte”, indicó, y volvió a reiterar que hablará en su bancada y también con otras.
“Estamos analizando dentro del partido”, fue lo que expresó Rasmussen.
Señaló que posiblemente el tema se pueda tocar en la reunión de la mesa directiva y líderes de bancada, mañana, pero que la decisión sobre la pérdida de investidura o no dependerá de las bancadas.
“Cualquier cosa se vota en el Senado últimamente, entonces no sé qué puede pasar”, alegó Silva Facetti.
“Mi posición es que no corresponde una pérdida de investidura, porque no es un hecho nuevo”, consideró.
“Es un juicio de más de seis años, una sentencia que va a ser apelada por el afectado”, refirió, y agregó que hasta que no quede firme y ejecutoriada no corresponde.
Su correligionaria del mismo bloque, Zulma Gómez, se limitó a señalar que aún no quiere opinar del tema.
“Nebuloso”, se limitó a señalar Fernando Lugo, en un mensaje de texto, sobre el panorama en el Senado.
Los 23. 23 es el número clave que se tiene que dar en el Senado para que corra la pérdida de investidura.
Con una ley se intentó elevar a 30, pero finalmente quedó derogada.
En el artículo 201 de la Constitución Nacional se establece que los senadores y diputados perderán su investidura por la violación del régimen de inhabilidades y compatibilidades previstas en la misma, y el uso indebido de influencias fehacientemente comprobado.
En el 2013, se había dado el desafuero de Bogado por el caso de la niñera, luego de una campaña y una serie de escraches contra los 23 senadores que en principio lo salvaron. Los mismos tuvieron que rever su postura, y ahora tendrán un nuevo desafío.
