AFP-EFE
QUITO
Ecuador terminó ayer una tensa jornada electoral para designar presidente y congresistas en medio de un gran despliegue de militares por el reciente asesinato de un candidato presidencial y la violencia de bandas narco.
Con el escrutinio del 25% de votos contados, Daniel Noboa se declaró el rival de Luisa González para la segunda vuelta, en octubre próximo.
Noboa, de 35 años e hijo del magnate y cinco veces candidato presidencial Álvaro Noboa, destacó en una rueda de prensa que él será quien tenga la oportunidad de derrotar al correísmo en el balotaje previsto para el domingo 15 de octubre.
“No será la primera vez que un nuevo proyecto le da la vuelta al ‘establishment’ político. Esa frescura en hacer política es lo que nos ha llevado acá”, aseguró.
La candidata del correísmo, Luisa González, y el empresario tomaron ayer ventaja al inicio del escrutinio de las elecciones presidenciales extraordinarias de Ecuador.
Hasta el cierre de esta edición, la candidata del correísmo, Luisa González, que se postula por el movimiento Revolución Ciudadana, que lidera el ex presidente Rafael Correa (2007-2017), ostentó el 32,61% de los votos, mientras que Noboa sumó el 24,66%.
En tercera posición figuró el asesinado Fernando Villavicencio, con el 16,33% que recaerá sobre su sustituto, el periodista Christian Zurita, mientras en cuarto lugar apareció el ex legionario y empresario especialista en seguridad Jan Topic, con 14,60%.
De mantenerse estas tendencias habría una segunda vuelta entre los dos candidatos más votados, pues para ganar en primera vuelta se necesita conseguir al menos el 40% de votos y una diferencia de menos de diez puntos sobre el resto.
La autoridad electoral tiene hasta el 23 de septiembre para dar los resultados definitivos de unos comicios marcados por un inédito esquema de seguridad para los candidatos, que votaron con chalecos antibalas y cascos en medio de un estado de excepción.
Conmoción. El magnicidio el 9 de agosto del aspirante Fernando Villavicencio, que iba segundo en los sondeos, abre la incógnita sobre el resultado. Todo indica que ninguno tendrá suficiente margen para evitar el balotaje. “El problema más grave es la inseguridad (...) tanta delincuencia, asesinatos, desapariciones, estamos asustados”, dijo a la AFP Eva Hurtado, de 40 años, mientras hacía fila para votar en el norte de la capital.
El otrora pacífico país sudamericano se ha convertido en los últimos años en un centro de operaciones de carteles de droga extranjeros y locales que imponen un régimen de terror con matanzas, secuestros y extorsiones.
A la violencia se suma una crisis institucional que tiene al país sin Congreso desde hace tres meses, cuando el impopular presidente Guillermo Lasso (derecha) decidió disolverlo y llamar a elecciones anticipadas para esquivar la destitución en un juicio político por corrupción.
Al cierre de los comicios, la autoridad electoral registró una participación del 82% de los 13,4 millones de ecuatorianos que debían ejercer el voto obligatorio en un país de 18,3 millones de habitantes. En el extranjero se registraron “dificultades” para sufragar vía electrónica, según autoridades.
Ecuador votó “con tres sentimientos: El miedo a la inseguridad (...), el pesimismo respecto a la situación económica y la desconfianza hacia la clase política”, explicó a la AFP, Santiago Cahuasquí, politólogo de la Universidad Internacional SEK.
El rostro del fallecido Villavicencio, un ex periodista de centro, estaba en las papeletas de votación junto a otros siete candidatos, pues ya estaban impresas cuando fue tiroteado por un sicario colombiano.
Lo reemplaza en la candidatura el periodista Christian Zurita, su mejor amigo y compañero en investigaciones que desnudaron grandes escándalos de corrupción. Uno de ellos derivó en la condena a ocho años de cárcel del ex presidente socialista Rafael Correa (2007-2017).
Amenazado de muerte, Zurita, de 53 años, votó con casco y chaleco antibalas en Quito, rodeado de un impresionante despliegue de escoltas armados con fusiles.