En este 2021 la industria pagó a los productores de pequeños tambos entre G. 2.200 y G. 2.500 por litro de leche, superior a los G. 2.000 que se reportaron el año pasado.
Sobre los beneficios que representan estos montos, Yeny Recalde, del Comité de Productores Lecheros Arroyenses, del departamento de Cordillera, explicó que en realidad la suba excesiva del costo de los balanceados impidieron que mejoraran las ganancias. Estimó que los precios de la suplementación que deben recibir las vacas para producir en calidad y cantidad treparon de G. 80.000 a G. 130.000 por kilo. Ante la imposibilidad de cubrir los gastos, los tamberos se vieron obligados a disminuir las raciones de alimentación hasta en un 40%, lo que nuevamente repercutió en el nivel de producción.
La situación de Victoriano Silva, de Itapúa, es similar. Mencionó que el pago de G. 2.500 por litro se registró en entregas de leche de alta calidad, mientras que por los productos con menos grasa y proteína recibían apenas G. 2.000. “Al final no es un aumento de ganancia porque el costo de producción también subió”, lamentó.
Asimismo se mostró crítico con la industria, pues considera que es amplia la brecha entre los precios que llegan a los productores y los que pagan los consumidores finales.
Los tamberos se reunieron ayer en la granja San Isidro, ubicado en San Ignacio Guazú, Departamento de Misiones, donde expusieron sus preocupaciones y los resultados obtenidos en el marco del Programa de Fomento de la Cadena Láctea implementado por el Viceministerio de Ganadería con la cooperación de la Unión Europea.
La Cifra
G. 2.500
por litro es el precio máximo que tuvo la leche en los pequeños tambos del país, un 25% más que el año pasado.