Es casi un hecho que el titular del Tesoro Nacional será confirmado por el Directorio del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) como nuevo vicepresidente de Sectores y Conocimiento, tras haber sido propuesto para este importante cargo por el flamante presidente del organismo, Mauricio Claver-Carone.
Benigno López deja el Ministerio de Hacienda en un momento por demás sensible. El país se encuentra en pleno proceso de recuperación económica tras el duro golpe que significó la pandemia para todos los sectores, con medidas que requieren de un gran sacrificio fiscal, consenso parlamentario y apoyo ciudadano.
A lo citado en el párrafo anterior, está ligado un nuevo endeudamiento. El Gobierno solicitó al Congreso casi USD 300 millones para sus programas de reactivación que guardan relación con la construcción de viviendas sociales, continuidad de programas de protección social (Pytyvõ 2.0, Tekoporã, IPS, entre otros) y mayores capitalizaciones al Fogapy y la banca pública. En medio de repetidos cuestionamientos al nivel actual del pasivo paraguayo, ubicado en el 30,9% del PIB y considerado ya como riesgoso, recae en el Ministerio de Hacienda la responsabilidad de convencer a los legisladores sobre la importancia de nuevos empréstitos para que no se vea afectada la recuperación económica y el esperado efecto rebote –o crecimiento– el año que viene.
Por si esto ya fuera difícil de digerir, la cartera fiscal es la que lleva adelante los proyectos de reforma del Estado y la administración del Presupuesto Público. En cuanto al primero, ya esperan tratamiento en el Parlamento los proyectos de administración de pasivos y la nueva ley de la función pública (servicio civil), mientras se están terminando otros de igual importancia como la Ley de Responsabilidad Fiscal 2.0 y la reforma del régimen de jubilaciones y pensiones. En cuanto al segundo, son días en los que se espera que Diputados empiece a estudiar el Presupuesto 2021, con componentes importantes de austeridad en el gasto corriente, déficits que llegarán al 4% y medidas de impulso fiscal que buscan que la economía paraguaya vuelva a crecer tras un 2019 de estancamiento y un 2020 en el que se espera cerrar con una contracción del 3,5%.
El presidente de la República, Mario Abdo Benítez, tiene una difícil tarea para los próximos días. Reemplazar a su hermano al frente del Equipo Económico no solo implica perder quizá a la persona más cerca de su gabinete, sino que requiere de mucha responsabilidad y sabiduría para no truncar los procesos de reactivación, los proyectos de reforma y el retorno de las finanzas públicas a la senda de la sostenibilidad.
La persona que este al frente del Ministerio de Hacienda debe ser alguien con una visión innovadora y mucha imaginación, ya que se vienen tiempos difíciles. Para esto, es fundamental que el sucesor sea alguien con sobrada capacidad técnica, experiencia, sin negros historiales y con la capacidad de escuchar los reclamos que hasta el momento han sido desoídos por las sucesivas administraciones. También debe tener un carácter fuerte y una independencia para trabajar, ya que, no nos olvidemos, vivimos quizá en uno de los países más bananeros del mundo.
Aparentemente, el presidente de las República anunciará su decisión esta semana. Se perfilan los actuales viceministros de Administración, Economía y Tributación, quienes son “personas de la casa” y conocen suficientemente los problemas actuales y los desafíos que se vienen.
La gente espera una señal del Poder Ejecutivo para recuperar –al menos– parte de la confianza perdida. En un momento de caldeado ambiente económico y social, politizar este cargo puede ser un jaque mate para el Gobierno.