28 ago. 2025

El sábado se hizo para el hombre y no el hombre para el sábado

Hoy meditamos el Evangelio según San Marcos 2,23-28.
El papa Francisco, a propósito del Evangelio de hoy, dijo: A los fariseos les importaba salir bien de las situaciones. Eran oportunistas, se aprovechaban de las situaciones. Sin embargo, alguno de ustedes podrá decirme: “Pero, Padre, esta gente era observante de la ley: el sábado no caminaban más de cien metros —o no sé cuánto se podía hacer— jamás, jamás iban a la mesa sin lavarse las manos; era gente muy observante, muy segura en sus hábitos”.
Sí, es verdad, pero en las apariencias. Eran fuertes, pero en la parte exterior. Eran rígidos (…).
Al contrario, Jesús nos enseña que el cristiano debe tener el corazón fuerte, el corazón firme, el corazón que crece sobre la roca, que es Cristo, y después, debe ir por el mudo con prudencia (…).
(...) Este es el drama de esta gente. Jesús denuncia la hipocresía y el oportunismo.
También nuestra vida puede llegar a ser así, también nuestra vida.

Y algunas veces, les confieso una cosa, cuando yo he visto a un cristiano, a una cristiana así, con el corazón débil, no firme, firme sobre la roca —Jesús— y con tanta rigidez afuera, he pedido al Señor: “Pero, Señor, tírales una cáscara de banana delante, para que se haga una linda resbalada, se avergüence de ser pecador y así te encuentre, a Ti que eres el Salvador”.

Eh, muchas veces un pecado nos hace avergonzar tanto y encontrar al Señor, que nos perdona, como estos enfermos que estaban ahí y que iban a ver al Señor para que los curara.
Pero la gente sencilla no se equivocaba, no obstante las palabras de estos doctores de la ley, porque la gente sabía, tenía ese olfato de la fe.
Pido al Señor la gracia de que nuestro corazón sea sencillo, luminoso con la verdad que Él nos da, y así podremos ser amables, perdonador, ser comprensivos con los demás, de corazón amplio con la gente, misericordiosos.
Jamás condenar, jamás condenar. Si tú tienes ganas de condenar, condénate a ti mismo, que algún motivo tendrás, eh.

(Frases extractadas de https://www.pildorasdefe.net/liturgia/evangelio-del-dia-que-el-amor-siempre-supere-la-fuerza).