Al iniciar el octavo mes del año, los negros nubarrones que se instalaron sobre la economía del país parecen disiparse lentamente y si los buenos pronósticos se concretan se puede pensar en un cierre del 2021 con buenos resultados, mejores de lo estimado en principio.
Si bien la economía local sigue sufriendo los efectos de la pandemia, hay sectores que muestran un dinamismo interesante y, a su vez, empujan a otros sectores a una mayor actividad.
Los últimos informes del Banco Central del Paraguay (BCP) dan cuenta de un importante repunte de la economía y que el producto interno bruto (PIB) crecerá en torno al 4,5% al cierre del año.
Otras consultoras también están revisando sus estimaciones y es probable que en las próximas semanas realicen los ajustes confirmando el mejor desempeño de la economía.
Desde inicio del año, empresarios y analistas económicos coincidieron en la necesidad de encarar campañas de vacunación masiva contra el Covid-19, de tal manera que se puedan reiniciar las actividades económicas en todos los sectores.
Apenas se supo de la llegada de las vacunas en grandes cantidades pareciera ser que surgió un efecto sicológico y de forma casi inmediata disminuyó la cantidad de personas contagiadas y bajó el número de personas internadas, ya sea en salas comunes o en unidades de terapia intensiva. También disminuyó significativamente la cantidad de decesos por Covid-19.
Un mes atrás los hospitales estaban colapsados, los familiares se peleaban por camas de internación o por balones de oxígeno. Hoy, felizmente, esa etapa crítica fue superada y tanto la ciudadanía como los médicos, enfermeras y paramédicos respiran más tranquilos.
El proceso de vacunación de la población continúa en la fecha y se estima que a medida que avance la inmunización se pueda pensar en un paulatino regreso a la normalidad de las actividades laborales y sociales.
En la medida en que las personas retomen lentamente sus actividades habituales, se estima que habrá un mayor dinamismo en la demanda de productos y servicios. Existe un amplio sector de la economía que está esperando ansiosamente a sus clientes.
Ahora bien, todo este pronóstico a su vez está supeditado a que no se produzca una nueva ola de contagios e internaciones por coronavirus. La amenaza que ahora se cierne sobre los países es la denominada variante delta, que, según los informes médicos, es la más fuerte de todas las conocidas hasta ahora.
Esto implica que la población debe seguir manteniendo las medidas preventivas, como el uso de tapabocas, el lavado de manos y la distancia social.
No está de más el consumo de vitaminas y suplementos nutricionales que aumenten la defensa del cuerpo ante la aparición de virus o infecciones.
Toda la población está deseosa de reiniciar sus actividades. Las instituciones educativas, los centros comerciales, gastronómicos y recreativos abogan por una pronta normalización de las actividades, pues hay mucha gente cuyos ingresos dependen del funcionamiento de establecimientos dedicados a este rubro.
Es deseable que el país obtenga más vacunas en las próximas semanas para aumentar el número de inmunizados. Hasta el momento es la salida más positiva que se está obteniendo contra el coronavirus.
También se está buscando la generación de un fármaco que permita tratar a las personas infectadas por el virus, pero hasta el momento no sé concretó.
La economía local, pese a los embates, muestra signos alentadores y todo depende de la prudencia de la población y de los administradores de los fondos públicos para que se pueda cerrar honrosamente el 2021.
Todos anhelamos un buen cierre económico, las condiciones están dadas, pero aún son frágiles, por lo que hay que cuidar cada moneda que se tenga en la mano.