“BORRAR A ISRAEL”. En diciembre de 2005, menos de dos meses después de la conmoción provocada por el llamado del entonces presidente iraní Mahmud Ahmadineyad a “borrar a Israel del mapa”, Netanyahu, entonces en la oposición, declaró que el programa nuclear iraní “supone un grave peligro para el futuro” de su país.
Afirmó entonces que Israel “debe hacer todo lo posible para impedir que Irán” consiga la bomba atómica, planteando ya la posibilidad de ataques militares.
Netanyahu se convirtió en primer ministro en 2009, cargo que ocupa desde entonces, excepto un paréntesis de un año y medio en 2021-2022.
En todos estos años, el dirigente no cesó de decir que no se cree los desmentidos de la República Islámica sobre su programa nuclear con fines civiles, y a menudo ha amenazado con usar la “opción militar”.
En 2015, calificó de “error histórico” el acuerdo internacional firmado en Viena entre varias potencias y Teherán para aliviar las sanciones internacionales a cambio de garantías destinadas a impedir que Irán se dotara del arma nuclear.
Tres años después, aplaudió la decisión de Trump de retirar a Washington del pacto. Como respuesta, Teherán dejó de cumplir sus compromisos hasta enriquecer uranio a niveles cercanos al uso militar. Los ataques de Israel buscan evitar la consecución de ese objetivo, según Netanyahu.