El partido del presidente Robert Mugabe ha decidido que no aceptará un plan de participación en el poder con el opositor Movimiento por el Cambio Democrático, después de las elecciones que han sido repudiadas internacionalmente.
El presidente Bush autorizó el uso de los fondos de ayuda para refugiados “para asistir a las personas de Zimbabue que busquen refugio y asilo”. EFE | Ampliar imagen
Según el presidente Bush, las nuevas medidas amplían la capacidad de su administración para sancionar “a individuos y entidades conectadas con el régimen de Mugabe”.
El Departamento del Tesoro indicó que entre las entidades sancionadas se incluye la Corporación de Comercialización de Minerales de Zimbabue, agente único de ventas y exportación de todos los minerales explotados en ese país, excepto el oro y la plata.
En la lista también figuran Corporación de Desarrolla Minero, Compañía de Hierro y Acero, Banco de Desarrollo Agropecuario, Corporación de Desarrollo Industrial, Banco de Desarrollo de Infraestructura y media docena de empresas financieras.
Entre los individuos aparecen Thamer Bin Saeed Ahme al-Shanfari, un omaní que, según el Departamento del Tesoro, “tiene vínculos estrechos con Mugabe y funcionarios de alta jerarquía, como asimismo su empresa Oryx Natural Resources, que al-Shanfari usa para permitir que Mugabe y sus asociados se beneficien personalmente de varias operaciones mineras en la República Democrática del Congo”.
La administración Bush impuso sanciones a varias empresas privadas entre las que se encuentran la inmobiliaria Divine Homes, cuyo presidente es David Chapfika, viceministro de Agricultura de Zimbabue, y COMOIL, una firma importadora de petróleo de la cual es propietario Saviour Kasukuwere, viceministro de Desarrollo de la Juventud y Creación de Empleo.
“Esta acción es el resultado directo de la continuada violencia del régimen de Mugabe, que no tiene en cuenta las exhortaciones de la Comunidad de Desarrollo del Sur de África, de la Unión Africana y de las Naciones Unidas para que cese sus ataques a los opositores”, declaró Bush.
El comunicado presidencial indicó que el régimen de Mugabe “también ha mantenido su prohibición de las actividades de las organizaciones no gubernamentales que podrían dar ayuda a la población vulnerable y afligida de Zimbabue”.
“Ningún régimen debería ignorar la voluntad de su propio pueblo y las exhortaciones de la comunidad internacional, sin consecuencias”, añadió.
Bush señaló que si las conversaciones en marcha en Sudáfrica entre el régimen de Mugabe y el Movimiento por el Cambio Democrático resultaran en un nuevo Gobierno “que refleje la voluntad del pueblo de Zimbabue, Estados Unidos estaría listo para proporcionar un sustancial paquete de ayuda, apoyo para el desarrollo, y la normalización con las instituciones financieras internacionales”.
Finalmente, el presidente Bush autorizó el uso de los fondos de ayuda para refugiados “para asistir a las personas de Zimbabue que busquen refugio y asilo y que hayan sido desplazadas por la violencia que ocurre en su país”.