Unos 500 bomberos y un centenar de vehículos, muchos llegados de otros países comunitarios, así como 16 unidades de infantería, once hidroaviones y cinco helicópteros, participan en las labores de extinción en la zona de Evros (noreste) cercana a la frontera con Turquía, informa el diario Skai en su versión digital.
A pesar de esos intensos esfuerzos terrestres y aéreos, las llamas siguen quemando hectáreas de bosques y amenazando lugares poblados. Hoy tuvieron que ser desalojados los residentes de las zonas de Giannouli y Sidiro.
La situación se ha complicado en las últimas horas debido al cambio de dirección de los vientos, pues de soplar hacia el noreste, contra las llamas, pasaron a hacerlo hacia el sur, azuzándolas.
Los dos principales frentes activos del incendio están ahora en las zonas de Leptokarya y Kotronia, donde se registran “grandes brotes de resurgimiento” del fuego, señala el diario Kathimerini.
La televisión pública ERT informó de que su equipo en la región de Kotronia se vio obligado a abandonar la carretera forestal donde estaban cubriendo los acontecimientos.
El Parque natural de Dadia, en la región de Evros, se ha visto muy afectado.
En ese bosque se encontraron la semana pasada los cuerpos carbonizados de 20 personas, dos de ellas eran niños. Hasta el momento, las llamas han destruido más de 155.000 hectáreas de bosques, tierras de cultivo y suelo urbano, una superficie dos veces mayor que la de la ciudad de Nueva York, y han afectado a más de 100.000 personas, entre ellas al menos 30.000 niños. EFE