“Benedicto XVI sorprende al mundo entero con su renuncia. Eso ocurrió por última vez hace varios siglos, precisamente en el siglo XIII.”
Sorpresa en todas partes. Había reacciones entre incredulidad, sorpresa y mucho respeto. No pocos creyeron en un mal chiste de carnaval. - “Un trueno en un cielo sereno”, fue el comentario del Cardenal Angelo Sodano.
¿Qué pasara ahora con el Papa Benedicto? Después de hacer efectiva la renuncia no participará en el próximo Cónclave; de modo que no ejercerá ninguna influencia en las elecciones del nuevo Pontífice. Simplemente se retirará, sobre todo - como dice - para ayudar a la Iglesia mediante sus oraciones.
No pocos se han preguntado: ¿Está el Papa demasiado enfermo, o muy cansado, o se ha quedado sin ánimo frente a tantos problemas con quienes estaba confrontado? - Los médicos descartan una enfermedad. El Papa se siente simplemente cansado con sus 85 años, lo que se notaba últimamente en la lentitud de sus gestos. Su Ministerio reclama mucha presencia, gran fuerza física, también sicológica y espiritual - para enfrentar tantos problemas! Como siempre ha sido muy sincero: consigo mismo y con lo que enseñaba y predicaba. Aclara sin ambages: Me faltan las fuerzas para seguir ejerciendo el Ministerio del papado.
Esa decisión refleja: grandeza de espíritu, firmeza, también humildad - lejos de querer aprovecharse del poder. No tiene ambiciones y no pretende - como muchos políticos - conservar su “zoquete”. ¡Qué lección para todos nosotros cuando creemos, que las cosas no andan sin nosotros!
Fue una decisión largamente meditada, con su Señor. De modo que no fue nada precipitado.
Tampoco habló de eso con otros, ni siquiera con sus colaboradores más íntimos. Sólo su hermano supo del propósito, y también él quedó en silencio.
La Conferencia Episcopal Venezolana reiteró, que este acto fue un “buen ejemplo para el mundo” - de modo que también para ti y para mí. Para el Papa está Dios y Su Reino en primer lugar, luego lo humano - no el puesto o la búsqueda del poder. El General estadounidense Colin Powell dijo una vez: “Evita que tu ego quede demasiado cerca de tu puesto. Así, cuando éste caiga, no lo arrastrará consigo.” ¡Qué gran sabiduría! Benedicto XVI la tiene.
El Papa, muy humano, ha reconocido que le faltan fuerzas necesarias, y así con humildad entrega su Ministerio papal. Demostró con eso, lo que el escritor español Baltasar Gracián (1601-1658) expresó así: “Por grande que sea el puesto, ha de mostrar que es mayor la persona.” Es una llamada de atención para todos y cada uno: que seamos realistas y humildes en nuestros puestos.
Te invito a reflexionar esa frase de Federico Suárez: “La vocación es el designio de Dios sobre cada criatura, la misteriosa elección que Dios hace de nosotros para ocupar un puesto preciso en la creación, siempre en función del plan divino. No importa que ese papel sea grande o pequeño.”