Las protestas antirracistas por la muerte de Floyd, que falleció el 25 de mayo después de que la policía en Minneapolis lo inmovilizara durante casi nueve minutos impidiéndole respirar, prendieron en diversos puntos del globo, y en cada país se denunciaron casos similares.
Miles de neoyorquinos volvieron a tomar ayer las calles, en otra jornada de protestas, la primera desde el pasado lunes sin toque de queda en la ciudad.
Las movilizaciones pacíficas se sucedieron en varios parques de Brooklyn y Queens, hasta llegar a cerca de 30 convocatorias repartidas a través de toda la Gran Manzana y en diferentes horarios. En Manhattan, hubo muchedumbres en sitios como el Times Square o frente a la sede central de Naciones Unidas.
EN EL MUNDO. Un grupo de manifestantes derrocó ayer la estatua del comerciante de esclavos del siglo XVII, Edward Colston, en la ciudad inglesa de Bristol, entre otras muchas protestas contra el racismo celebradas en el Reino Unido.
Manifestantes en la localidad del suroeste de Inglaterra derribaron el controvertido monumento erigido en 1895 en el centro urbano y lo hicieron rodar por las calles hasta echarlo al agua del puerto. La estatua de Colston (1636-1721), un benefactor que obtuvo su dinero de la explotación de esclavos, ya fue objeto de polémica por su pedido de remoción.
En Londres, Glasgow, Birmingham o Manchester, los manifestantes, muchos con guantes y mascarillas, desafiaron los llamamientos de las autoridades, que alertaron la “ilegalidad” de las congregaciones por las restricciones para frenar el coronavirus.
En Madrid, una masa, estimada en 3.000 según la policía local, acudió frente a la embajada de EEUU para recordar a Floyd. Allí corearon mensajes de “no hay paz sin justicia” o “vosotros los racistas sois los terroristas”.
Similar gesto se replicó en París, donde unas 1.000 a 2.000 se concentraron contra la injusticia. También hubo congregaciones en ciudades francesas de Lyon, Burdeos, Lille o Rennes.
En Roma, una espontánea manifestación congregó en la famosa Piazza del Popolo a miles de jóvenes que se arrodillaron en silencio, con el puño en alto, por nueve minutos, tiempo que utilizó el policía que asfixió a Floyd.
En Bruselas, cerca de 10.000 según la policía, se reunieron ante el palacio de Justicia. Miles en Holanda, en Zwolle (norte) y Maastricht (sur), también lo hicieron, así como en Budapest (Hungría), donde un millar acudió cerca de la embajada estadounidense.
En Alemania, los jugadores de cuatro equipos de Bundesliga se arrodillaron en apoyo a la lucha antirracista. En Suiza, miles de manifestantes, vestidos de negro, desfilaron en Lausana. En Sidney (Australia), así como Tokio (Japón) y Seúl (Corea del Sur), también marcharon para denunciar el racismo.
110.037 murieron por Covid-19 en EEUU, mientras que 1.928.094 tienen el virus, de las cuales 500.849 sanaron.
Presión demócrata por ley antirracial
Los demócratas prometieron ayer presionar para la aprobación de normativas que luchen contra el racismo sistémico de las fuerzas policiales de EEUU, a medida que la batalla provocada por la muerte de Floyd pasa de las calles a la esfera política. Tras otro día de protestas, el presidente Donald Trump ordenó a las tropas de la Guardia Nacional que se retiraran de Washington. El ex secretario de Estado Colin Powell criticó a Trump porque se “alejó” de la Constitución y dijo que apoyará al demócrata Joe Biden. AFP