María Graciela Armoa González y Luis Isidoro Samaniego Rotela intercambiaron alianzas y se juraron amor eterno ante el altar de la iglesia San Pío. Luego de recibir la bendición nupcial, se dieron el primer beso como esposos, que fue aclamado por familiares y amigos presentes. Más tarde, la celebración continuó en el Castillo Remanso a orillas del río Paraguay, bajo la atenta coordinación de la event planner Tania Villalba.
El día de la boda María Graciela estuvo rodeada de sus seres queridos. Su vestido, diseñado por Magalí Rodríguez, fue de un estilo delicado y elegante que capturó su esencia. El delicado tocado fue creación de Morel Atelier.
La decoración del local estuvo en manos de Karen Dalles, mientras que los invitados se sirvieron un bufé con el sello de Talleyrand. De la torta y los postres se encargó De La Casa Pederzani y de los tragos fueron servidos por Lo Prete.