Los problemas con los propietarios del tradicional local que ocupó el Lido Bar por casi 70 años, sobre Palma y Chile, comenzaron durante la pandemia, debido a que la gerencia de la empresa no pudo obtener una rebaja del alto precio del alquiler que estaban pagando a los propietarios, que rondaba los G. 90 millones por mes, según había trascendido.
Pero, paralelamente, Forster aseguró que la mudanza al nuevo local también era necesaria, porque les permitirá trabajar con mayor comodidad para brindar un mejor servicio a sus clientes. Esto debido a que el espacio que poseían en el anterior local ya les resultaba pequeño para el despliegue que precisa el área de producción del añejo bar.
“Todo el personal se encuentra muy feliz por el cambio”, remarcó la gerente, porque contarán con más espacio libre para poder moverse durante la preparación de los platos que conforman el extenso menú del Lido Bar.
Mudanza anunciada. El anuncio de la mudanza del Lido a otro local -que si bien sigue estando en el microcentro, no estará ubicado tan al paso de los que transitan a pie o en auto por Palma-, causó mucha tristeza entre el público, como se pudo leer en las reacciones a través de las redes sociales. Lo que más causó decepción entre los clientes, en particular, y los asuncenos en general, que veían al Lido como un hito ubicado frente al Panteón de los Héroes, es que el bar abandonará un sitio considerado como una esquina tradicional de la calle Palma, que obligaba a los comensales a quedarse a consumir una empanada o un caldo de pescado en el tradicional bar.
La tristeza también se patentizó en el comunicado emitido por la empresa, en Instagram: “Nos estamos mudando próximamente. Con una mezcla de emociones, les contamos que nos quedan pocos días en el querido local de Palma. Cada una de las cajas de la mudanza llevan consigo toda nuestra historia”, expresaron. Ahora habrá que caminar un poco más para comprar sus famosas empanadas.
Muchos asuncenos lamentaron que el tradicional bar abandone su histórico local de Palma y Chile. Si se cumple el cronograma de obras, el Lido reabrirá a sus clientes a inicios de agosto.