Un proyectil calibre 22, extraído de la espalda del sargento 1º técnico en Aviación, César Antonio Fernández Carvallo (29), asesinado de siete balazos en todo el cuerpo durante un enfrentamiento con el Ejército del Pueblo Paraguayo (EPP), es una de las evidencias que levanta sospechas de que el uniformado y sus camaradas no tenían puestos los chalecos antibalas.
El dato de la extracción lo determinó el informe forense entregado al fiscal Joel Cazal, encargado del levantamiento del cuerpo del uniformado.
El informe médico revela que el militar fue herido de cinco balazos en la espalda y dos en el hombro izquierdo con orificio de salida en zona en la nuca, lo que le provocó una severa lesión en la clavícula y le ocasionó la muerte.
El director de sanidad del Hospital Militar, Ricardo Fretes, señaló que son siete las heridas de bala recibidas por el sargento. La víctima, cuando fue llevada al centro asistencial, no tenía puesto ningún chaleco, señaló Cazal.
A los heridos en ataques similares no les suelen retirar el chaleco, debido a la gravedad de las heridas, dijo.
Por su parte, el fiscal antisecuestro Federico Delfino mencionó que no tiene entre sus evidencias ningún chaleco (que de ser utilizado por el herido, tendría que estar perforado por los proyectiles del M16 con su calibre 5,56).
El director de Segunda Zona Policial, comisario Antonio Gamarra, dijo que la utilización del chaleco es opcional, que en los procedimientos “algunos usan y otros no”, aseguró.
Sin embargo, dijo que los uniformados estaban bien equipados para iniciar el operativo realizado entre los asentamientos Núcleo 5 y Núcleo 6, de Arroyito, donde hallaron el campamento del EPP. Pero hasta ahora no pudieron explicar cómo el proyectil calibre 22 traspasó un chaleco que debería resistir a las armas que utilizan los miembros del grupo armado e hirió en la espalda al sargento.
Gamarra descarta que el EPP haya emboscado a las fuerzas de tarea conjunta que ingresaron en el refugio y remarcó que el factor sorpresa se perdió a causa de ladridos de un perro que alertaron a los miembros del grupo armado que estaban descansando en el campamento.
HERIDO. Durante la refriega resultó herido en el abdomen el teniente 1º Mario Francisco Ávalos Cañete (34), y se encuentra en coma inducido, con un cuadro grave, pero estable en el Hospital Militar. Los médicos mencionaron que por ahora no necesitan someterlo de nuevo a cirugía.
Luego del enfrentamiento levantaron evidencias como escopeta recortada calibre 16, vestimentas, artefactos explosivos y elementos para su fabricación, además documentos y cuadernos en los que aparecen nuevos nombres o alias de quienes serían integrantes del segundo cuerpo del EPP. Los cuadernos contenían versos en guaraní dedicados a Alcides Oviedo, actualmente preso, y al comandante Simón, Gabriel Zárate Cardozo, abatido en el 2010.
También tenían en sus anotaciones los horarios de guardias de los integrantes del grupo, además de listas de alimentos y sus respectivos precios y contenidos que tienen que ver con la lucha de clases, dijo el fiscal Delfino.
Destaca el agente que los nombres hallados serán investigados en caso de que se trate de nuevos colaboradores de la banda armada.
En el campamento que fue hallado supuestamente estaban los hermanos Alfredo Jara Larrea y Albino Jara Larrea, también Luciano Argüello, Rudy Ruiz Sosa y Esteban Marín López.
La Policía no descarta que el supuesto líder de este grupo, Lucio Silva, oriundo de la zona, haya estado en el sitio.