El chocolate, el pan de jengibre y algunos dulces europeos típicos comienzan a entrar con fuerza en China, donde la Navidad y la imagen de Papá Noel han cobrado fuerza y son cada vez más populares.
Aunque la Navidad es conocida en China como “Shengdanjie”, que significa literalmente “Nacimiento del Santo”, casi nadie da carácter religioso a esta celebración que en los últimos años se ha sumado a la tradicional fiesta china del 1 de enero.
Todos los chinos saben que el 25 de diciembre es el día grande de las fiestas navideñas, aunque sea una jornada normal para ellos, y no son pocos los camareros, tenderos o repartidores que van por la calle con el gorro rojo de Papá Noel o hasta su barba postiza.
Los adornos brillantes que desde hace décadas se reservaban para celebrar la llegada del nuevo año abundan también ya en la semana que precede a la Navidad cristiana, pues China produce la mayoría de los adornos navideños mundiales y aún le sobra algo de su producción para colocarla en el mercado doméstico.
Los niños no conocen la costumbre de asociar la sorpresa a los regalos de Papá Noel y menos aún de los Reyes Magos de Oriente, personajes de la tradición hispana completamente desconocidos en la oriental China.
Ellos los reciben tradicionalmente, casi siempre sin sorpresa, el 1 de junio, Día Internacional del Niño, cuando sus padres o familiares aprovechan para comprarles regalos que premiarán sus buenos estudios o acciones y en su cumpleaños.
Mientras tanto, Papá Noel “aterrizó" este año todavía con más fuerza en el disfraz de conserjes de hoteles o centros comerciales y huellas nevadas en vitrinas de comercios y restaurantes. EFE