“La Policía erigirá las barricadas, especialmente en el Parlamento y la Casa de Gobierno”, declaró a los medios Paradon Patthanathabut, portavoz del Consejo de Seguridad Nacional.
Además, al menos 38 regimientos de la Policía se encuentran en estado de alerta ante las protestas y se establecerán varios controles de seguridad en las zonas aledañas a los edificios del Ejecutivo, según el portal de noticias “MCOT”.
Las manifestaciones antigubernamentales elevaron su tono desde el pasado fin de semana hasta la mañana del martes con enfrentamientos en varios puntos de la capital tailandesa, en unos sucesos en los que al menos han muerto cinco personas y decenas han resultado heridas, la mayoría al inhalar gases lacrimógenos.
“Espero que este lunes no se registren incidentes violentos”, comentó Paradón en referencia a las batallas campales acaecidas con los policías, que utilizaron gases lacrimógenos, cañones de agua y pelotas de goma para dispersar a los alborotadores, quienes respondían con piedras, botellas y explosivos caseros.
Los enfrentamientos violentos cesaron la mañana del martes al permitir el Ejecutivo la toma simbólica por parte de los manifestantes de la Casa del Gobierno y la sede de la Policía Metropolitana.
Los líderes de la movilización antigubernamental y el Ejecutivo sellaron una tregua ese mismo día hasta este jueves con el fin de celebrar sin contiendas el cumpleaños del rey de Tailandia, Bhumibol Adulyadej, reverenciados por la gran mayoría de los tailandeses.
Durante el discurso de celebración de su aniversario, el monarca, quien cumplió 86 años, hizo un llamamiento a la unidad de sus compatriotas para superar la inestabilidad política que vive el país desde hace 8 años.
Suthep Thaugsuban, ex viceprimer ministro que abandonó el opositor Partido Demócrata en noviembre para encabezar esta “cruzada” contra el Gobierno, se dirigió a sus seguidores entrada la noche del viernes para fijar la “batalla final” el lunes próximo.
Suthep dijo que ese día marcharán por la mañana desde todos los campamentos a la Casa del Gobierno para ocuparla de forma pacífica, él dirigirá una de las columnas e invitó a todos los tailandeses a unirse.
“Aceptaré el resultado de la batalla del 9 de diciembre. Si no ganamos, me entregaré para afrontar los cargos que se me imputan”, prometió Suthep, según la versión del diario local “The Nation”.
Suthep acusa a la actual primera ministra, Yingluck Shinawatra, de corrupción y ser un títere de su hermano mayor, el depuesto jefe del Ejecutivo Thaksin Shinawatra, quien según los opositores gobierna desde su exilio en Dubai, donde elude la condena de dos años de prisión por corrupción.
Los antigubernamentales quieren que Yingluck disuelva el Parlamento y luego dimita, de forma que se pueda invocar el artículo 7 de la Constitución para que el rey designe al próximo jefe del Gobierno sin pasar por las urnas.
La movilización antigubernamental no quiere acudir las elecciones en la situación actual ya que se repetiría la abultada victoria que el Phuea Thai, liderado por Yingluck y que congrega a los seguidores de Thaksin, consiguió el verano del 2011.
Yingluck, quien ha afirmado en varias ocasiones que no dimitirá de su cargo, ha abierto la puerta al diálogo con el fin de evitar nuevos episodios de violencia.
El líder de la movilización antigubernamental afirma que así pretende erradicar el “régimen de Thaksin” de la política tailandesa, en referencia al periodo en el que gobernó este político, desde el 2001 hasta el golpe militar incruento que lo depuso en 2006 acusado de nepotismo, corrupción y socavar las instituciones del Estado.
Tailandia arrastra una grave crisis política desde aquel golpe con frecuentes manifestaciones y protestas callejeras que buscan paralizar al Gobierno de turno.