“Con esta suba de precios de los commodities se reforzarán los elementos que se dieron en los últimos meses que causan inflación por el lado de los costos. Gran parte de la inflación que se está viviendo en Paraguay se debe, no tanto a elementos monetarios o vinculados a la demanda, sino aquellos vinculados a la oferta, a los costos. Entonces, una de las consecuencias estará vinculada a los precios internos, que se traducen en inflación. Al subir la inflación mensual, el mercado generará presiones para la suba de sus productos también”, explica el economista.
Pero, ¿cómo actuar ante estas consecuencias? Royg responde que en el último tiempo el BCP reaccionó de forma muy dura en sus políticas de tasa de interés para enfrentar la inflación, siendo que las causas no eran necesariamente monetarias, no venían del lado de la demanda, sino de la oferta.
Según especifica el analista, uno de los aspectos que habría que cuestionarse es si la meta inflacionaria del 4% es real, o si en este momento de crisis es mejor fijar una inflación marginalmente más alta. “Ahora, las consecuencias serán coyunturales y externas, no son elementos que con la tasa de interés se irá disminuyendo la inflación”, destaca y explica: “¿Por qué? Porque si yo aprieto mucho con la tasa de interés, voy a generar una recesión, con menos inversión y menos consumo. Creo que en este momento, si soltamos la meta de inflación y soltamos un poco los precios, podríamos generar mayor incentivo para la inversión y el consumo. Eso es lo que hoy necesita la economía paraguaya”, recalca Royg.
Dijo que el comercio exterior paraguayo también se verá afectado, por los términos de intercambio y por los costos transaccionales, por lo que Paraguay debe pensar en un Plan B, buscando proveedores y mercados más cercanos.