- Liz Acosta
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Muchas personas que caen en manos de las autoridades como vendedores de sustancias iniciaron primeramente como usurarios de drogas y tuvieron que pasar a la venta para solventar su consumición. Pero no todos los casos que caen por droga son por venta, sino también por posesión.
Hoy en día existen diferentes perfiles de usuarios de drogas –refiere el fiscal adjunto Marco Alcaraz– que están insertos en estructuras de microtráfico. Uno de los últimos operativos fue New Evolution, que muestra un perfil distinto al que opera en el país. En este caso, los presuntos traficantes son estudiantes de diferentes nacionalidades, muchos de ellos usuarios de drogas, que son reclutados por otros.
Con este tipo de redes se fueron introduciendo al país nuevas drogas traídas de Europa, como Tusi, Cristal o Meta (metanfetaminas), entre otros.
CÓMO SE ABORDA
“Tenemos un instructivo de carácter general para los 32 fiscales que cuando uno cae con algunos gramos de droga, le den la libertad y se investigue en libertad, porque no tenés una historia construida. Puede ser que tenga antecedentes o es un enfermo, o un usurario de drogas”, es lo que menciona Alcaraz.
El usuario, adicto o enfermo no es destinatario del sistema penal, sino del sistema de salud y eso lo que se trata de conjugar, refiere. “No vamos a cargar las cárceles de adictos y ese es otro enfoque que tenemos como unidad antidrogas”.
Explica que según estadísticas de años anteriores, del total de personas procesadas, o que ingresaron al sistema penitenciario, un 11% de procesados eran enfermos y eso obligó a hacer instructivos.
Refiere que el artículo 28 de la Ley de Drogas (1340/88) permite que a una persona que detectada como usurario de droga se le haga a la par de la investigación un tratamiento de desintoxicación.
“La idea es que salga por una suspensión si tiene una expectativa de pena entre 2 a 4 años. Hay un discurso muy bien ajustado con el Dr. Fresco (director del Centro de Prevención y Tratamiento de Adicciones), solo que ellos no tienen los recursos del Estado y la salud mental es olvidada por el sistema judicial”, declara el fiscal adjunto.
Menciona que la adicción generalmente es una detonante de desórdenes mentales.
Respecto a esto, se está trabajando para abrir en el área Central un espacio con sicólogos, forenses, trabajadores sociales y siquiatras, que acompañen a la Fiscalía y validen si una persona es un usurario de droga.
CRIMINALIDAD
Por otra parte, justamente la Ley 1340 tipifica comportamientos denominados como delitos, y entre lo más común es tenencia para uso personal, que si bien está permitido que una persona pueda tener hasta 10 gramos de marihuana, si tenés más, es punible.
“El usuario compra para que le dure una semana, entonces cuando le agarran, encuentran más de 10 gramos y ya entra como tráfico y las penas son altísimas”, menciona el Dr. Manuel Fresco.
DATOS RELEVANTES
Uso del crac. Según un estudio, hay personas que desde muy jóvenes ingresan como usuarios de drogas. El rango está entre 15-30 años, según el criminólogo Juan Martens.
Datos. En años anteriores, 2010-2016, las causas que ingresaron al sistema penal por la de drogas solo representaba el 13,7% del total. Hoy eso ha aumentado.
Carné. Autoridades explican que hay policías o linces que piden el carné que te permite circular con algunas dosis de drogas. Sin embargo, aclaran que no hay tal carné y muchas veces usan eso para coimear.
Uso permitido. Según el artículo 30 de la Ley de Drogas 1340/88, “se considerará de exclusivo uso personal del farmacodependiente la tenencia en su poder de sustancia suficiente para su uso diario, cantidad a ser determinada, en cada caso, por el médico forense y un médico especializado... en el caso de la marihuana no sobrepasará los diez gramos y de dos gramos en el de la cocaína, heroína y otros opiáceos”.
Ayuda. Los grupos de autoayuda son Alcohólicos anónimos, narcóticos anónimos, así como neuróticos anónimos.
“El crac no se puede seguir vendiendo tranquilamente”
El criminólogo Juan Martens explicó acerca del perfil de una persona consumidora que sea probable que caiga en hechos punibles.
“Para algunos tipos de delitos predatorios, el uso de sustancias es un factor de riesgo. Un usuario de crac es altamente probable que cometa delitos, y eso vemos en índices de denuncias en Central y Asunción”, acota.
Estos delitos son principalmente contra la propiedad y delitos que alarman, porque son objetos de la casa.
“El usuario de sustancias vende su cuerpo, hurta e, incluso, puede ser violento a la hora de cometer delitos, porque lo que busca es satisfacer su deseo y para eso debe conseguir dinero y puede hacer cualquier cosa”, refiere.
El criminólogo explica que no es lo mismo el consumidor de marihuana que uno de crac, ya que esta última sustancia es adictiva, su efecto dura muy poco y necesita usarse de manera constante.
Martens sostiene que el que consume crac tiene un perfil desestructurarte, porque hurta incluso a la mamá, al papá, al hermano o vecino.
Luego puede que se vuelva en situación de calle y ahí muchas veces se encuentra con el sistema penal.
“Necesitamos un tratamiento de desintoxicación, porque sin eso, es probable que esa persona caiga en criminalidad”, analiza.
Mencionó que una persona sorprende con lo que hurta, ya sea una almohada, olla, rolex, porque lo que tiene es la necesidad de satisfacción y el valor que él ve es equiparable solo a su dosis.
“Se necesita más inversión social real del Estado si se quiere prevenir que cientos de paraguayos caigan y el crac ya no se puede seguir vendiendo tan tranquilamente”, finaliza.
Se necesita más inversión social real del Estado si se quiere prevenir que cientos de paraguayos caigan. Juan Martens, criminólogo.