En un aviso conjunto, las autoridades de ciberseguridad de Estados Unidos, Canadá, Reino Unido, Australia y Nueva Zelanda advirtieron sobre un “conjunto de actividades” asociadas a “un ciberagente patrocinado por el Estado de la República Popular China, también conocido como Volt Typhoon”.
“Esta actividad afecta a las redes de sectores de infraestructuras críticas en Estados Unidos” y la entidad que lleva a cabo el ataque “podría aplicar las mismas técnicas (...) en todo el mundo”, añadieron.
En respuesta, China acusó a Estados Unidos y a sus aliados occidentales de lanzar una “campaña de desinformación”.
“Se trata de un informe con graves deficiencias y que es extremadamente poco profesional”, dijo en una conferencia de prensa Mao Ning, portavoz del Ministerio chino de Relaciones Exteriores.
“DESINFORMACIÓN”. “Está claro que se trata de una campaña colectiva de desinformación de los países de la coalición Five Eyes, lanzada por Estados Unidos con fines geopolíticos”, añadió la vocera.
La alianza Five Eyes es una red de colaboración en materia de inteligencia que incluye a Australia, Estados Unidos, Canadá, Reino Unido y Nueva Zelanda, países que en su mayoría han tenido diferencias con China, en diversos grados.
En otro comunicado, Microsoft indicó que Volt Typhoon (El Tifón Volt) está activo desde mediados de 2021 y apuntó, entre otros, a la infraestructura crítica de Guam, un importante enclave militar estadounidense en el océano Pacífico.
Esta campaña podría “interrumpir la infraestructura crítica de comunicaciones entre Estados Unidos y la región asiática durante futuras crisis”, señaló el grupo estadounidense.
“Como todo el mundo sabe, la alianza Five Eyes es la mayor organización de inteligencia del mundo y la Agencia de Seguridad Nacional (NSA) de Estados Unidos es la mayor organización de piratería informática del mundo”, afirmó Mao Ning.
“El hecho de que se unan para publicar un informe de desinformación de este tipo es en sí mismo irónico”, estimó.
Según Microsoft, las organizaciones afectadas pertenecen a los sectores de la comunicación, la industria, servicios públicos, transporte, construcción, administración pública, educación y tecnologías de la información, entre otros.
“El comportamiento observado sugiere que el actor amenazante pretendía espiar y mantener el acceso sin ser detectado durante el mayor tiempo posible”, aseguró.
Las autoridades advirtieron que el espionaje podría camuflarse en los sistemas de Windows.
Según las agencias de seguridad occidentales implicadas, los ataques utilizan, entre otras cosas, la táctica denominada Living off the land (LotL), por la que el atacante utiliza las características y herramientas del sistema que ataca para introducirse en él sin dejar rastro.
La directora de la Agencia de Seguridad de Infraestructura y Ciberseguridad de Estados Unidos, Jen Easterly, también emitió una advertencia sobre Volt Typhoon.
“Durante años, China ha llevado a cabo operaciones en todo el mundo para robar propiedad intelectual y datos confidenciales de infraestructuras críticas de organizaciones de todo el planeta”, declaró Easterly.
El caso Volt Typhoon “refleja la manera en que China está usando medios altamente sofisticados para atacar a las infraestructuras críticas de nuestra nación”, añadió la funcionaria.
Guerra de semiconductores se profundiza
Al imponer restricciones al gigante estadounidense de los semiconductores Micron, China alza el tono frente a EEUU en un pulso alentado por las tensiones diplomáticas. Analistas consultados por AFP consideran, no obstante, que el margen de maniobra de Pekín quizá sea limitado, siendo su prioridad la de reimpulsar la segunda economía mundial, debilitada por tres años de política anti-Covid.
El de los microchips es un sector altamente estratégico que da vida a la economía mundial moderna, pues se encuentran en las bombillas LED, las lavadoras, los autos o los celulares inteligentes.
“No me sorprendería que los reguladores decidieran en un futuro utilizar estos procedimientos como una herramienta de represalia” geopolítica, consideró Gary Ng, economista de Natixis.
Para China, Micron -cuarto fabricante mundial de semiconductores- era un objetivo fácil, pues sus chips se pueden sustituir por los de los surcoreanos Hynix y Samsung.
En cambio, apuntar contra otros gigantes estadounidenses, como Intel o Qualcomm, será más difícil, pues sus chips se utilizan en bienes de consumo -como celulares- que se fabrican en China y luego se exportan. Además, Pekín no se puede arriesgar a debilitar su economía, aún afectada por las consecuencias de la política de “cero Covid”. AFP