La Licencia General 31A permite a estadounidenses participar en transacciones prohibidas por las sanciones estadounidenses contra el gobierno de Nicolás Maduro siempre y cuando involucren a la Asamblea Nacional instalada el 5 de enero de 2016, así como a su actual jefe, Guaidó, o a quienes este disponga.
La normativa explícitamente “no autoriza” toda actividad en la que participe tanto la Asamblea Nacional Constituyente de Venezuela –convocada en 2017 por Maduro con poderes absolutos en contraposición al Parlamento de mayoría opositora–, como la Asamblea Nacional surgida de las elecciones del 6 de diciembre, que debe asumir hoy.
Maduro, en el poder desde 2013, recobró el mes pasado el control del Poder Ejecutivo, que el chavismo había perdido en el 2015, en unos comicios boicoteados por Guaidó y casi toda la oposición y marcados por una alta abstención y un fuerte rechazo internacional.
“Continuaremos apoyando a la Asamblea Nacional, al presidente interino Juan Guaidó y al pueblo venezolano en su búsqueda por restaurar la democracia”, afirmó el lunes en Twitter el secretario de Estado estadounidense, Mike Pompeo. AFP