El país estuvo expuesto a perder uno de los patrimonios históricos más significativos semanas atrás: la Catedral Metropolitana de Asunción. En el lugar se desarrolló un incendio que logró ser controlado. Pero el siniestro afectó la escalera de madera y desnudó la precariedad o nulo sistema preventivo.
Tras el hecho, el arzobispo de Asunción, monseñor Edmundo Valenzuela, había indicado que además de la necesidad de restauración, la instalación eléctrica es obsoleta y no existe un sistema de prevención contra incendios.
Dijo que la Iglesia Católica hace lo que puede, “pero que no pueden tocar ni un clavo del lugar por ser patrimonio nacional y la Secretaría Nacional de Cultura (SNC) y nunca aparece”.
Tras el accidente y los cuestionamientos, desde la SNC prometieron trabajar en la elaboración del proyecto de gestión integral de riesgos.
Otros edificios declarados como patrimonio histórico, arquitectónico y urbanístico, que al menos no están abandonados, también presentan el mismo problema de falta de inversión preventiva.
En el caso del Panteón Nacional de los Héroes aún está en etapa de proyecto la instalación de dispositivos modernos para la adecuada infraestructura de prevención de incendio.
Municipal. Los edificios patrimoniales bajo dominio de la Municipalidad de Asunción, encargada de controlar el cumplimiento de estos sistemas, si bien cuentan, en teoría, con equipamientos, estos necesitan ser renovados.
La directora de Cultura y Turismo de la Municipalidad de Asunción, Angie Duarte, indicó que trabajaron en un relevamiento de datos y plan de adecuación de prevención en estos inmuebles patrimoniales que están a cargo de la Comuna. Como la Manzana de la Rivera, el teatro Ignacio A. Pane y otros.
“Hay algunos edificios que cuentan con el sistema, pero no están adecuados a lo que realmente se debería tener. Por ejemplo, en la Manzana de la Rivera, donde tenemos un sistema si llegara a pasar un accidente, el protocolo no es realmente el que necesita. Entonces estamos trabajando en un plan de adecuación. Se realizará un llamado a licitación para la instalación de dispersores de agua y otros elementos que no tienen y ahora recién se van a considerar”, detalló.
Ruinas. Otro escenario aún más atroz es el abandono y falta de mantenimiento integral de la estructura de casas patrimoniales, tanto de dominio público como privado, sobre todo en la capital.
Además de la morosidad, otra cuestión es el desinterés de los propietarios, a pesar de contar con importante poder adquisitivo, para mantener los inmuebles patrimoniales con que cuentan, confirmaron desde la Comuna.
Por otro lado, cientos de edificios de amplio valor histórico y arquitectónico ya fueron hasta demolidos.
La Ley Nº 5621, de Protección del Patrimonio Cultural, describe que los propietarios de bienes culturales están obligados a costear su conservación y restauración. Si no lo hicieren, por negligencia o incapacidad económica, la Secretaría Nacional de Cultura, las gobernaciones o las municipalidades, según el caso, procederán a su conservación. Duarte afirmó que tras actualización de datos de edificios patrimoniales realizarán notificaciones y buscan otorgar beneficios tributarios y otras flexibilidades documentales para la puesta en valor de estos bienes.