20 dic. 2025

Dolce&Gabbana ama los desafíos

Los italianos Domenico Dolce y Stefano Gabanna (Dolce&Gabbana) bloqueados por la crisis se sintieron de nuevo como en la época de sus inicios, a mediados de los 80, confesaron en una entrevista en su magnífico palacio milanés, donde están grabando minivideos para las colecciones de alta costura, que se transmitirán por internet y reemplazarán al tradicional desfile.

Acerca de cómo viven este periodo tan especial, Stefano Gabbana dijo que tanto Domenico como él son personas positivas y no están decepcionados por el hecho de que no pueden hacer algunas cosas. “Pero, por supuesto, todo es más difícil. Hay que recordar que cuando nació la marca en 1984, solo teníamos 1.800 dólares. Hicimos abrigos con vellón porque no podíamos hacerlos con cachemira, hicimos ropa con jersey por falta de dinero para comprar telas más valiosas. Esa situación se puede comparar con la actual: no podemos comprar eso ni hacer aquello. Así que se agudiza la inventiva. Cuando Domenico y yo estamos bajo presión, damos lo mejor de nosotros. Amamos los desafíos”, refirió.

Domenico Dolce enfatizó que la crisis hace parte de la italianidad: “Somos realmente 1.000 por ciento italianos. En tiempos de desastres, recurrimos a la inventiva, la creatividad no se para ni se llora por el destino, se reacciona con optimismo, siendo positivos”.

Ante la situación complicada para el sector del lujo que registrará una caída de las ventas de más de un 20% este año, Gabbana explica que la mayor parte del trabajo se realiza online. “En algunos países, las tiendas están abiertas, como en China, en otros no, en particular, en Europa y EE.UU. Registramos un crecimiento del 170% en cuatro meses en el comercio online, porque todo el mundo compra así. Esa situación tiene su lado positivo, porque nos estamos adaptando a un nuevo modo de adquisición, que estaba muy desarrollado ya en EEUU y en América del Sur”, expresa.

En cuanto a cómo se arreglaron para crear su colección de alta costura, Stefano dice que cuentan con todos los recursos humanos internos, modistas, bordadoras, todo se hace en Milán. Dolce acota que los desfiles de alta moda se planifican con seis meses o incluso un año de antelación.

“Así que terminamos por interrogarnos: ¿Qué es lo más importante en este momento? Es que realizar un desfile clásico nos parecía algo inútil, un poco estéril. Al principio, Stefano quería hacer algo y yo estaba un poco en contra. Yo no quería hacer nada, pero él insistió. Para nosotros, esta colección fue terapéutica”, sostienen.


Los modistos sostienen que la crisis provocada por la pandemia fue una fuente de innumerables problemas, pero también una oportunidad para la creatividad.

Nueva colección
Stefano Gabbana señala que en su nueva colección han propuesto prendas bastante clásicas, como un vestido negro para mujeres maduras, mientras que para las más jóvenes rompieron con todo lo que se podía romper y reconstruyeron de una manera completamente nueva. Antes “teníamos mucho por hacer, el ritmo era frenético, ahora se ha ralentizado”, enfatiza. Domenico Dolce, por su parte, agrega que antes tenían la ansiedad de tener que hacer, de falta de tiempo. “Ahora –y eso nos produce felicidad– tenemos tiempo para pensar. Volvimos como a los años 1985-86 (...). Hemos vuelto a descubrir la alegría de saborear nuestro trabajo”.