Así lo expresó en el marco de la celebración de los 80 años de esta entidad, que aglutina a unas 500 empresas, las que representan el 80% del volumen de las importaciones nacionales, con más del 54% del monto total de las contribuciones registradas entre los 500 mayores contribuyentes del fisco.
“No existe una buena coyuntura, porque caemos en improvisaciones, y los que traemos productos importados, despachamos con altos porcentajes en costos; el dólar disparó y está a valores en torno a G. 6.400”, lamentó Giménez.
A causa de este panorama, el titular del CIP presagió un cierre de año muy complicado, con perspectivas incluso de que habrá sobrestock de productos y llegando a un 6% más caro en sus compras en los mercados de origen.
DINAMIZACIÓN. Giménez rememoró que cuando se cerraba el primer semestre de este año, los mensajes oficiales indicaban que se iba a dinamizar la economía y que el dólar se sostendría. “Pero no se está dando esa reactivación y muchos ya hicieron sus pedidos de compra”, según apuntó el titular de los importadores.
Sostuvo que lo que se verá hacia fin de año, de acuerdo con lo mencionado, serán rebajas, liquidaciones y competencias muy agresivas para colocar productos.
“Esto golpea fuerte, porque surge la incertidumbre; y tampoco el año 2020 está siendo visualizado de una buena manera, salvo que repunten los sectores agrícola y ganadero”, indicó.
Con relación a algunas normativas que incidirán sobre este sector, el presidente de los importadores dijo que la modificación del Código Aduanero merece un análisis de parte del CIP, que aboga por estar informado sobre los alcances del mismo, y que mereció ya el pedido para que los miembros del gremio participen de las charlas informativas y brinden su opinión al respecto.
CONTRABANDO. En su discurso aniversario, Giménez volvió a hacer hincapié sobre el contrabando y la informalidad que persiste en la economía paraguaya.
Insistió que estos flagelos representan aspectos con los que cotidianamente deben lidiar los asociados del CIP, y que son obstáculos para el anhelado desarrollo del país.
“No nos vamos a cansar de exigir que existan mayores y más eficientes controles, verificaciones y lucha frontal contra el flujo de productos que ingresan de manera informal a través de nuestras fronteras y que dañan a los importadores formales y amenazan los puestos de trabajo de nuestro sector”, enfatizó el importador.
Finalmente, Giménez volvió a destacar que la lucha contra la informalidad de la economía nacional también debe formar parte de las prioridades del actual Gobierno.
En el marco de los 80 años de esta entidad que aglutina a los importadores, su titular volvió a manifestar que en el interior del CIP, sus asociados están totalmente comprometidos en seguir sumando esfuerzos, para combatir la informalidad con todas las fuerzas necesarias.