Con una gran caravana y el lanzamiento de globos blancos al cielo, despidieron ayer a Leidy Luna Villalba, la joven de 23 años oriunda del distrito de General Eugenio A. Garay, Guairá, quien viajó a Miami (EEUU) en busca de un sueño: pagar su tesis y culminar la universidad. Luna falleció trágicamente tras el derrumbe del edificio donde dormía.
El luto también es para la familia Pettengill-López Moreira, cuyos integrantes perdieron la vida en el mismo suceso, y de quienes hoy llegan los restos mortales alrededor del mediodía.
Los pobladores de Gral. Eugenio A. Garay describieron a Leidy como una joven llena de vida, alegre, con tantos sueños por cumplir, resaltando su característica principal: el indiscutible amor hacia su familia.
El cortejo fúnebre partió desde la humilde vivienda de la familia Luna Villalba, ubicada en la compañía Mbocayá Cerrito, de Gral. Eugenio A. Garay, hasta el cementerio de la compañía Ciervo Cua, distante a unos 5 kilómetros.
Caravana. En el trayecto, se observó una gran caravana liderada por agentes de la Policía Nacional, además de bomberos voluntarios.
La llegada de los restos de Leidy al cementerio aumentó mucho más el dolor de sus allegados, quienes no querían desprenderse de la joven, ya que consideran que su muerte fue muy injusta. Finalmente, en medio de gritos y llantos, sus familiares, amigos y compañeras de universidad lanzaron globos blancos al cielo en homenaje a la joven víctima del derrumbe del edificio Champlain Towers South de Miami.
Un panorama gris y un cementerio cobijado por la Cordillera del Ybytyruzú se sumaron al dolor y desesperación de toda una comunidad que llora la pérdida de una persona que mostró al país el verdadero sentido de valentía y superación.
Juana Villalba, la madre desconsolada de la joven Leidy, a falta de lágrimas por llorar día y noche, no podía creer lo que estaba pasando, al tiempo de seguir señalando durante el cortejo fúnebre que todo se trataba de una pesadilla de la cual quería despertar.
Tanto el padre y los hermanos de la joven, con el corazón partido en mil pedazos, no paraban de preguntarse por qué le tuvo que pasar esto a Luna Villalba, señalando que aún tenía mucho por hacer en su casa, en su comunidad, en su país, pues estaba a punto de graduarse como enfermera.
El novio de Leidy, el agente de la Policía Nacional, Édgar Báez, recordó los tantos momentos vividos juntos y los planes que tenían, como abrir una peluquería y una bodega en José Fassardi. “Amor mío qué pasó de vos”, fue el último mensaje que el mismo envió por WhatsApp a Leidy, en la noche de la terrible tragedia.
Los restos de la joven ya descansan en paz en el cementerio de la compañía Ciervo Cua, rodeado de la Cordillera del Ybytyruzú.