Sigmund Freud, médico neurólogo austriaco, dijo: “No puedo pensar en ninguna necesidad en la infancia tan fuerte como la necesidad de la protección de un padre”. Y cuánta razón tenía.
Todos los años, el tercer domingo de junio se conmemora en nuestro país el Día del Padre. Este domingo es una ocasión especial para aprovechar y demostrar todo el amor y gratitud al ser que cuida, guía y ayuda a sus hijos desde pequeños. Este año, al igual que el anterior, se lo vuelve a vivir en pandemia, por eso ÚH comparte maneras fáciles de agasajar a los papás desde la comodidad de la casa.
“La mejor propuesta de festejo para el Día del Padre, en la situación en la que estamos, es compartir solamente con el núcleo familiar, preparando un lindo rincón de fotos y una hermosa mesa para compartir”, menciona el decorador Christian González.
Para lograr un festejo familiar no se necesita mucho presupuesto. Se pueden encontrar en supermercados y negocios un sector de cotillones, donde se pueden adquirir artículos accesibles para hacer volar la imaginación y tener armado y dedicado a papá. “Ya que estamos en pandemia es recomendable solamente festejarlo con los integrantes de la familia, sin invitar a otros familiares o amigos, ya que nuestros papás generalmente son personas mayores y debamos cuidarlos más y obviamente con toda la precauciones e indicaciones de protocolo de protección”, indica.
Rincón de papá. Si no se desea comprar arreglos, se puede lograr un buen rincón para papá reciclando objetos de la casa. Podrían ser cuadros y fotos de papá, con moños o accesorios que se tengan a mano para darle un toque especial y diferente, decorar la mesa de desayuno o almuerzo con algunas flores cortadas del jardín también es una buena opción. “Podemos preparar una hermosa canasta de desayuno, una remera personalizada o una caja de vinos o de la bebida que papá guste entre otras cosas más, dependiendo de sus gustos”, indica el decorador, también una canasta de desayuno puede ser una opción ideal para estos tiempos fríos donde salir de la cama es más difícil”, refiere.
La canasta de desayunos puede tener, leche, café, té o cocido, azúcar o edulcorante, algunos panes tostados o mixto; si papá es más dulcero se puede optar por unas masitas dulces y para terminar una linda tarjeta con todos los afectos.
El patio de la casa puede ser un excelente lugar para el típico almuerzo, donde se ven los “dotes de asador” de papá y podés preparar una rica sopa paraguaya o chipa guasu. Ideal para usar la vajilla favorita, el mantel más lindo, reír y cantar que en estos tiempos se debe festejar a papá en vida.
Postre para papá
Rita Fernández, de Rita Pastelería, enseña a preparar de manera fácil y rápida un rico postre para sorprender a los papis.
Vasitos de oreo
INGREDIENTES
•Paquetes de Ooreo
•Dulce de leche (no es necesario que sea repostero)
•Crema de leche 300 gr.
•Azúcar normal 50 gr.
•Esencia de vainilla
Preparación
Paso 1: Crema chantillí: Mezclamos en la batidora la crema de leche, la esencia con el azúcar hasta que monte, unos 3 minutos más o menos, hay que atender que no se corte.
Paso 2: Trituramos las galletitas, pueden ser a mano o en procesadora
Paso 3: Luego pasamos al armaje, ya sea en vasos o copas, agregamos por capas:
1-Dulce de leche
2-Las galletitas Oreo trituradas
3-Chantillí y así sucesivamente hasta terminar.
Paso 4: Por encima podemos decorar con chocolate picado o cacao ¡A disfrutar con papá en su día!
La celebración se volverá a vivir en medio de la propagación del Covid-19. Consejos para festejar en los hogares, con todos los cuidados.
Un poco de historia
Harry C. Meek, antiguo presidente del Club de Leones de Uptown, Chicago, dijo ser el primero en tener la idea del Día del Padre en 1915. Él comenzó a sugerirlo en discursos ante varios Clubes de Leones, siendo tomado en cuenta. Los miembros fijaron la fecha del Día del Padre para el tercer domingo de junio, siendo el domingo más cercano al cumpleaños de Meek. Los Leones lo coronaron como el “Creador del Día del Padre”.
Existe una historia romana, Roman Parantalia, una fiesta que se celebraba el 13 de febrero pero que a diferencia del actual agasajo este recordaba a los padres fallecidos, a los que se les ofrecían vino, leche, miel, aceite y agua en sus tumbas decoradas con flores.
