El reporte oficial indica que, de ese total, USD 1.000 millones se contrajeron mediante la emisión de bonos soberanos en el mercado internacional, USD 822,6 millones en forma de crédito puente con el Banco Central del Paraguay (BCP) y USD 230 millones con los organismos multilaterales.
Además, el Gobierno concretó un endeudamiento adicional de USD 390 millones provenientes del Banco Mundial y del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) para garantía de créditos, apoyo en transparencia e inserción a los mercados agrarios. Estos desembolsos, sin embargo, fueron excluidos del cálculo total de urgencia dentro de la propia Ley de Emergencia por un articulado incluido en el Senado, según remarcó el ministro de Hacienda, Benigno López.
LÍMITE. La Ley de Emergencia, promulgada a fines de marzo, contempla la toma de nueva deuda hasta un máximo de USD 1.600 millones.
Para el efecto, la normativa habilitó al Tesoro Nacional a emitir bonos, contraer préstamos o pedir adelantos de corto plazo al BCP.
En ese sentido, la rendición de cuentas firmada por el ministro López señala que del monto obtenido por la emisión de bonos, fueron devueltos a la banca matriz unos USD 235 millones.
La cartera argumenta que, como los créditos puentes del BCP fenecen el 30 de diciembre de este año, el monto final de la nueva deuda no sobrepasará los USD 1.600 millones.
Finalmente, el documento informa a los legisladores que, mediante los aportes y descuentos a funcionarios de elevados salarios, se pudieron obtener unos USD 1,6 millones adicionales.
El titular de la Comisión Bicameral de Control del Congreso, Amado Florentín, criticó el jueves pasado el nivel de endeudamiento que tiene el país por los préstamos y dijo que ya hay suficientes recursos. Recalcó que la deuda real supera los USD 2.000 millones, pero que están comprometidos solamente USD 140 millones para gastos de salud.
USD 339 millones para gastos rígidos
La rendición de cuentas presentada por el Ministerio de Hacienda al Congreso indica que, pese a la millonaria toma de deuda en tiempos del Covid-19, al cierre de mayo solamente fueron ejecutados USD 925 millones.
El nivel de ejecución, considerando el máximo de endeudamiento autorizado en la Ley de Emergencia (USD 1.600 millones), representa el 57,8%.
Según se desprende del reporte oficial, los gastos rígidos se llevaron el 36,6% del monto ejecutado, lo que equivale a USD 339 millones. En ese sentido, se detalla que los salarios consumieron USD 159 millones, la amortización de la deuda vieja USD 77 millones, pensiones para adultos mayores y Tekoporã USD 63 millones y, finalmente, USD 40 millones en jubilaciones.
El documento menciona que, del total, solo USD 99 millones se destinaron a gastos operativos de Salud.
Subvenciones. Los subsidios ejecutados en el marco de la crisis alcanzaron los USD 400 millones.
De ese monto, USD 300 millones ya fueron transferidos a Hacienda para el programa Pytyvõ, que consiste en una asistencia a trabajadores informales y cuentapropistas. Los restantes USD 100 millones fueron al IPS para la subvención a empleados formales que fueron cesados o suspendidos.
Finalmente, otros USD 26 millones fueron destinados al plan Ñangareko para la ayuda a familias de escasos de recursos.
