Los inadaptados rompen veredas, rayan automóviles, escriben leyendas en paredes o murallas, destruyen plantas, rompen focos de los alumbrados públicos y varios otros daños en los barrios.
La última presencia de los destructores afecto a varios vecinos de la capital de la fe, cuando los destructores dejaron sin el servicio de agua potable a centenares de pobladores de los barrios Buena Vista, Loma, Seminario y la zona de la Facultad de Ciencias Económicas que funciona en Caacupé.
Los destructores no tuvieron una mejor idea de presentarse en el barrio Buena Vista, donde se cuenta con uno de los pozos artesianos que sirve el líquido vital a los barrios mencionados, bajaron la llave de la energía eléctrica que impulsaba el agua para su distribución y cortaron el cablerío impidiendo de esa forma al suministro del líquido.
Este hecho generó la llamada de funcionarios de la Essap, entendidos en la materia para reparar los daños ocasionados y reponer los cables para seguir entregado el agua a los vecinos afectados.
Mientras centenares de pobladores padecieron falta del agua y expresaron preocupación por la situación.