El propósito es llegar al 9 de noviembre con el espacio en condiciones para recibir a los 35.000 turistas que llegarían al país para la gran final Sudamericana. Sin embargo, el mismo Mario Ferreiro había indicado que será un arduo trabajo y un poco complicado llegar a fecha, dijo que se hará lo posible porque así sea.
Ayer en pleno domingo, numerosos trabajadores estaban sacando camiones cargados de restos de chapa, maderas y mucha basura que dejó todo el tiempo de ocupación.
Ferreiro ordenó que se despeje el espacio público para recibir a los miles de turistas que vendrán para el cotejo deportivo entre Colón de Santa Fe, de Argentina, e Independiente del Valle, de Ecuador.
Tras el despeje de la Plaza de Armas se hará la misma intervención que hace un año con la asunción del presidente Mario Abdo Benítez. La pintura, el cambio de baldosas, nuevo pastado, vegetación ornamental, mobiliario urbano, recuperación de monumentos y otros tomaría un mes, más tiempo que el último reacondicionamiento. Solo quedan cinco días para la maratónica tarea.