Sostuvo que el Brasil, y nadie más que Brasil, manda, que es el imperio y que lastimosamente Paraguay se arrodilló ante el vecino país.
“Lo que quiere el Brasil es lo que se va a hacer”, sentenció. A su criterio, el Mercosur es un club de presidentes que tienen cierta ideología en común, pero no sirve para lo que es.
Dijo que Cartes está subordinado a lo que dice la brasileña Dilma Rousseff y, aparte de ser peligroso, consideró una humillación.
Cuestionó al mandatario respecto a su cambio de postura en torno al ingreso de Venezuela al bloque.
Consideró grave que en democracia el presidente no explique su posición a la ciudadanía y al Parlamento.
“En este momento no se puede exigir nada ni la presidencia (pro témpore), que la verdad no es tan importante”, manifestó la legisladora.
Sostuvo que lo más importante, al menos para ella, son las más de 160 resoluciones que se tomaron “arbitrariamente” cuando Paraguay estaba suspendido.
“Se hubiese puesto por lo menos resalva, de que nosotros nos reservamos el derecho a aceptar o no esas decisiones que se tomaron en nuestra ausencia, violando el Tratado en la cuestión que se tiene que tomar por consenso”, reclamó.
“El canciller (Eladio Loizaga) dice que se va a ver uno por uno, pero es mentira. Si eso ya salió en la realidad es fruto de la falta de condicionamientos a la vuelta. Vamos a ir viendo muchas cosas más todavía”, advirtió.
Manifestó que van a continuar en vigencia todas las barreras paraarancelarias.
Trajo a colación el conflicto entre Argentina y Uruguay por un caso de papeleras, que llegó incluso hasta La Haya.
“El Mercosur, en realidad, jurídicamente no sirve absolutamente para nada; no sirve para facilitar el intercambio de comercio. No sirve para lo que debería servir”, sentenció.