La falta de trabajo, la informalidad y la inactividad acechan el futuro laboral de unos 106 millones de jóvenes latinoamericanos, y limitan el potencial de la región, alerta un informe de la Organización Internacional del Trabajo (OIT).
Unos 10 millones de jóvenes están desempleados, según el organismo. Paraguay, un país de jóvenes aporta lo suyo: el 16% de su población juvenil está desempleada.
Las cifras y los datos no expresan, sin embargo, la temperatura de la calle. De eso sólo puede hablar alguien que vive a diario en esta situación.
Belén Paredes tiene 23 años y desde hace tres meses está buscando trabajo. Estudiante del último curso de la carrera de periodismo en la Universidad Nacional de Asunción, cuenta que el año pasado hizo una pasantía de siete meses en un medio de comunicación, pero la experiencia no fue del todo grata.
“Fue ad honórem, así no te pagan el pasaje ni nada, 7 meses estuve así yendo y viniendo por mi cuenta, viendo la forma de sustentar yo mis gastos y con la esperanza de quedarme a trabajar...”, recuerda.
UNA EMPANADA. Reconoce que el sacrificio fue muy grande, y hubo días en que tenía que quedarse en el horario del almuerzo, “tenía que comprar el almuerzo que, por supuesto, era alguna empanada o algo barato para no gastar tanto, porque yo tenía que rebuscarme para pagar mis gastos. Yo vivo con mis padres y gracias a ellos pude hacer esto”.
Como Belén, 3 de cada 10 jóvenes paraguayos combinan trabajo y estudio.
Amanda Rojas (19) es otra joven que trabaja y estudia. Comenzó hace un año y medio en Telecel SA, donde se desempeña como asistente de gerencia general.
Aunque no tenía experiencia laboral, tenía un “plus”, buenos conocimientos de inglés, gracias a la experiencia de intercambio cultural realizado en los Estados Unidos.
“Esa experiencia fue muy importante y siempre voy a estar agradecida a mis padres, porque en realidad fue un esfuerzo enorme para ellos”, reconoce.
Amanda enseña inglés en un conocido instituto de idiomas, está culminando el profesorado en lengua inglesa y el año que viene planea estudiar marketing.
“Estudio de noche, y los domingos de noche sí o sí tengo que estudiar, porque tengo que asistir a clases, tengo tareas, proyectos, exámenes y después de clases me pongo al día”, comenta, pero no se queja y mira hacia adelante.
Según la OIT, unos 30 millones de jóvenes están empleados en la economía informal, donde predominan las malas condiciones laborales.
“Los jóvenes, cuando tienen oportunidades, realizan importantes contribuciones como trabajadores productivos, empresarios, consumidores, miembros de la sociedad civil . Aportan energía, talento y creatividad a las economías, y ningún país puede permitirse desperdiciar este potencial”, destaca el director general del organismo, Juan Somalia.
Y tiene razón. Belén Paredes y Amanda Rojas son dos talentos con que cuenta el Paraguay, un país de jóvenes.
“LO MÁS IMPORTANTE ES EL ESTUDIO”
Amanda Rojas vive con sus padres y sus tres hermanas, todas menores que ella.
Y comenta que también colabora para la economía familiar.
“Mi hermana, un año más joven, también estudia y trabaja, y las dos colaboramos en la casa para hacerles el trabajo un poco más liviano a mis padres, después de todo lo que nos dieron, estamos tratando de retribuir eso”.
Hacer carrera. Amanda afirma que le encanta trabajar y que se siente muy cómoda donde trabaja actualmente.
“Es un lugar donde uno tiene muchas posibilidades de hacer una carrera”.
Estudiar. Amanda Rojas tiene muchos planes para el futuro, y como mensaje recomienda a los jóvenes que estudien.
“Lo más importante es el estudio, estudiar es lo más importante, sé que es muy difícil combinar lo que es el ambiente laboral con el estudio, pero yo les digo que perseveren, porque tiene sus frutos, y de a poco uno va consiguiendo lo que quiere”.
“HAY QUE LUCHAR POR LOGRAR LAS METAS”
Belén Paredes lleva tres meses buscando un trabajo, después de terminar la pasantía se puso las pilas y comenzó a repartir currículos.
“Repartí por todos lados mi currículum, pero sigo en la búsqueda. Yo soy consciente de que está difícil la situación, pero mantengo la esperanza”.
Vale la pena. La joven estudiante culmina este año la carrera de periodismo y afirma que, pese a todo, " vale la pena estudiar”.
Para la joven es claro que el gobierno no genera fuentes de trabajo, “muchos jóvenes de mi edad están emigrando buscando cosas mejores. Tengo compañeros de facultad que dejan su carrera por un año para ir a España. Hay una falta tremenda de fuentes de trabajo y el gobierno es responsable de eso”, afirma.
El panorama nacional no se ve muy optimista, pero Belén Paredes no pierde las esperanzas. “Yo voy a seguir intentando. Lo principal es perseverar y buscar porque es importante que uno alcance sus metas, hay que luchar por eso”, dice muy convencida.
Lunes/17/SETIEMBRE/2007