Un obrero falleció asfixiado al ser enterrado por el desmoronamiento de un barranco de tierra en el momento en que con un grupo de trabajadores estaban construyendo un muro de contención. La víctima, identificada como Juan Antonio Paiva, de 28 años, se encontraba con otros 4 compañeros en la fosa, donde dos de ellos recibieron lesiones, de los cuales uno fue hospitalizado.
El accidente ocurrió en el local de la estación de servicios Petrochaco, a la altura del kilómetro 1 de l ruta 7, a una cuadra en el barrio Pablo Rojas de Ciudad del Este. En el lugar un grupo de obreros se encontraba trabajando en la construcción de un muro de contención de más de un metro de anchura, cuando se produjo el accidente.
La pared de tierra de aproximadamente 6 metros, que era atajada por chapas de zinc, se desmoronó y enterró a Paiva en la fosa preparada para la base del muro de contención que estaban construyendo. El cadáver fue rescatado por voluntarios del Cuerpo de Bomberos, luego de más de una hora de trabajo. Otros dos obreros también quedaron atrapados, pero sólo uno fue derivado a un centro asistencial. La identidad de los heridos leves no fue revelada.
El fiscal Julio Paredes afirmó que investigará lo ocurrido para determinar si existe responsabilidad penal en la muerte del trabajador, pero dijo que llamaría a declarar a los testigos una vez que pase la situación emocional.
El representante del Ministerio Público advirtió falencias en la contención del barranco, y la falta de equipos de protección en los obreros, durante su constitución en el lugar. La construcción tampoco tenía la valla de seguridad hacia la vereda, según constataron las autoridades.
Paredes sostuvo que los informes recabados en la Municipalidad, el plano de la obra y el informe de los Bomberos, van confirmar o descartar la culpabilidad.
El encargado de la obra, de nombre Rubén Morínigo, se comprometió, a través de su abogada, a costear los gastos de sepelio de la víctima fatal, reveló el fiscal. (E. M.)