Una supuesta comisión vecinal, con el apoyo de un funcionario del Indert y un policía, está detrás del inmueble, actualmente valuado en 10.000 dólares americanos por hectárea.
Miguel Ángel Portillo, hijo de Herculano Portillo Oviedo, fallecido, señaló que en la oficina regional del Indert fue atendido solo una vez, luego, ya no le recibieron. Mientras tanto, se avanzó en un proyecto de mensura que debe ser realizado mañana 15 de octubre, en el que supuestamente van a fraccionar parte de la propiedad de seis hectáreas y entregar cada parcela a los supuestos beneficiarios.
El inmueble linda con el río Paraná, coincidentemente en el lugar donde hay un puerto hasta donde llega una calle pavimentada. Sobre esa calle pretenden instalarse los supuestos sintierras, según el afectado. Su padre es el único propietario que llegó a titular la propiedad en la colonia; el resto no posee título, según su versión.
Portillo denunció que se creó una comisión vecinal denominada San Pedro, utilizando el nombre de una capilla del barrio, que estuvo siempre asesorado por un ingeniero identificado como Cesar Giménez y un policía de nombre Máximo Arévalos, desde hace 19 años aproximadamente. Supuestamente la comisión está integrada por 40 personas, pero solo 5 ocupantes precarios existen en el terreno.
Pollada para mensura
“Los vecinos están juntando G. 30 millones, que es el presupuesto solicitado por los que van a realizar la mensura y entregarles nuestro lote, para lo cual estuvieron realizando polladas y una fiesta”, se quejó Portillo.
“Yo denuncié ante la Fiscalía una amenaza de muerte que recibí a través del Facebook. Luego personas desconocidas quemaron mi camioneta que estaba estacionada en la casa. Si se hace la mensura, seguramente ya no voy a poder entrar allí”, afirmó.
El nuevo presidente del Indert, Mario Vega, les solicitó presentar todos los antecedentes para verificar el caso.