La última ronda de los corsos encarnacenos 2019 cerró de manera magnífica con un escenario multitudinario de público que sirvió de marco para la entrega, por parte de la Secretaría de Cultura, de la resolución que declara patrimonio cultural a los carnavales de la ciudad de Encarnación, evento que se desarrolla hace más de 100 años. Una de las mayores expresiones culturales del interior del país recibe este reconocimiento de manera oficial, refrendada por las instituciones oficiales, reconociendo la incidencia y el posicionamiento que le ha dado en la región y de manera internacional a la ciudad.
Los corsos dinamizan y generan un interesante movimiento económico a los distintos rubros que se benefician con este espectáculo. Hospedaje, gastronomía, artesanía, estilismo y herrería, modistas, maquillaje y peluquería, medios visuales y escritos, y los distintos rubros menores que forman parte tienen un gran movimiento económico durante la preparación y ejecución de los corsos.