“Si hay otro desmoronamiento esta vez vendrá sobre mi casa”, expresa preocupada mientras nuevamente empieza a llover en el lugar.
Para los moradores que habitan en este tramo, la tristeza, y sobre todo la angustia son aún más intensas en estos días con cada frecuente episodio de diluvio. El fin de semana un gran desprendimiento del barranco se cobró la vida de una antigua pobladora y de sus dos nietos pequeños. Quedaron enterrados bajo la tierra mientras dormían. Otros dos menores del mismo hogar lograron salvarse, pero siguen hospitalizados.
Belén Candia es hija de la mujer fallecida, quien era funcionaria policial. Si bien ya no habita en la casa se muestra intranquila por la situación de su padre, hermanos y sobrinos quienes residen en la vivienda donde el gran volumen de tierra aún permanece en la habitación donde ocurrió el trágico episodio.
Espera que pronto las autoridades municipales puedan reubicar a su familia en un sitio seguro, distinto al lugar donde crecieron.
Recién ayer empezó el censo en las casas del tramo por parte de funcionarios de la Municipalidad de Asunción y del Ministerio de Urbanismo Vivienda y Hábitat Paraguay (MUVH).
Desidia. La ubicación geográfica donde están instaladas estas viviendas, algunas no tan precarias, es solo uno de los peligros. Los hogares se encuentran frente a un cauce colmatado por todo tipo de desechos domiciliarios.
El único acceso a este lugar es una pasarela de madera en total estado de deterioro, varios de sus barrotes ya desaparecieron o están caídos. El inseguro tramo lo utilizan personas de todas las edades; desde niños hasta adultos con avanzada edad. Afirman que nunca existieron reparaciones, a pesar de varios pedidos.
“El raudal con las basuras que vienen desde arriba también nos puede llevar. Necesitamos que se deje de tirar al arroyo y que los canales se limpien”, señala Gladys Candia, otra de las antiguas pobladoras del sitio.
Varios traslados. La reubicación de manera provisoria se daría en un predio privado en una zona cercana, indicó el coordinador de la dirección de Área Social de la Municipalidad de Asunción, Arturo Machado. Sin embargo, no quiso dar el nombre ya que aseguró que aún no se concretó la autorización para ingresar al sitio.
“Ahora mismo no tenemos un predio municipal para el traslado. Como opción existe un terreno privado, en la zona, que será cedido gratuitamente, por un corto tiempo, hasta llevarlos a otro lugar por un tiempo indeterminado, de un año aproximadamente y luego al predio de Ferrocarriles del Paraguay SA (Fepasa)” .
Consultado sobre el proyecto de Chacarita Alta, señaló que estas familias forman parte del proyecto de mejoramiento de la zona, pero en una segunda etapa.
“Lo que realizaremos es acelerar por la situación. Los que están en la primera etapa del proyecto, cerca de 30 familias afectadas por los cauces Antequera y Tacuary, mañana se trasladan temporalmente al predio de Ferrocarriles del Paraguay SA (Fepasa). Cuando ellos desocupen se trasladarán a las otras 19 familias”.
Además de esta área, varias viviendas de la zona conocida como Punta Karapã también se encuentran en peligro de derrumbe. Inclusive el museo José Asunción Flores fue desmontado por el riesgo de la infraestructura, también cercana al precipicio.
LAS CIFRAS
19 familias en Chacarita, aproximadamente, viven en el precipicio, según censo de la Municipalidad.
3 personas fallecidas el fin de semana tras el desmoronamiento de tierra. Dos niños siguen graves.
7 viviendas en total censadas se exponen a otros eventuales desprendimientos del barranco.
Es urgente que se pueda encontrar otro lugar seguro para que no vuelva a pasar lo que sucedió con mi familia. Belén Candia, hija de fallecida.
Estamos trabajando con el MUVH en las viviendas temporales para el traslado de afectados. Gustavo Fleitas, promotor social.