“Tened en vosotros sal”.
La sal añade sabor a la comida. El discípulo de Jesucristo está llamado a dar sabor a la vida de la comunidad con su forma de vida, por lo que está llamado a “tener sal”. Este sabor lo da sobre todo el buen ejemplo, que se extiende por la comunidad mediante la imitación y que impregna a toda la sociedad.
Jesús nos da el ejemplo de la persona que da de beber a alguien un vaso de agua. La caridad que Jesús espera de sus seguidores suele ser muy sencilla. Dios no olvidará tal acto de bondad; ve, recuerda y recompensa a la persona que mostró compasión. Pero, por supuesto, no debemos limitar nuestra caridad a los demás cristianos; debemos compartir nuestra bondad con todo tipo de personas, y así seguimos el ejemplo de Nuestro Señor, que fue compasivo y misericordioso con todos. Y así, los cristianos establecen una norma que la gente de su entorno puede notar y adoptar para sí misma.
Luego Jesús nos advierte que, por otra parte, el mal ejemplo será castigado. Porque como los cristianos están llamados a dar un estándar a los demás, si dan mal ejemplo pueden fácilmente hacer tropezar a los demás. Las palabras de nuestro Señor son muy fuertes: “al que escandalice a uno de estos pequeños que creen en mí, más le valdría que le ajustaran al cuello una piedra de molino, de las que mueve un asno, y fuera arrojado al mar” (Mc 9,42). Y todo lo que hay en nosotros que pueda llevarnos a pecar ha de ser “cortado”, o “sacado”.
Lo que es cierto para el individuo es también cierto para la comunidad. Aunque la sal en sí misma no se estropea, los productos salados pueden estropearse; del mismo modo, el espíritu cristiano dentro de una comunidad no puede darse por sentado; hay que alimentarlo o existe el peligro de que se deteriore con el tiempo y acabe perdiéndose por completo.
Por eso, en palabras de San Josemaría, los cristianos deben trabajar continuamente para “llevar el fermento del mensaje cristiano” a la sociedad (cfr. Conversaciones con Mons. Escrivá, 59), dando testimonio en su vida cotidiana . El modo de actuar, de hablar, de mirar e incluso de pensar debe reflejarle a Él y a sus enseñanzas.
(Frases extractadas de https://opusdei.org/es-py/gospel/2024-05-23/)