Una relación sana debe basarse en la confianza, y aunque parezca superfluo, un uso prudente de los ingresos ayuda a generar esa seguridad. Un ejemplo es el de habilitar una cuenta conjunta, que puede constituirse en demostración de confianza en la pareja.
Darío Colmán, de Visión Banco, explicó que una cuenta conjunta es un ahorro a la vista o a plazo, o una cuenta corriente, a nombre y orden de dos o más personas con uso conjunto de firmas; y para realizar gestiones, necesariamente deben firmar los titulares. “Esto ofrece transparencia y seguridad. Es decir, uno o una, en forma individual, no podrá operar sin el otro u otra”, comentó.
Igualmente, un requisito para que esta experiencia termine siendo exitosa es sentarse a discutir qué gastos se van a financiar con la cuenta, sostuvo el asesor de inversiones, Fabio Zarza, de Investor.
Una cuenta a la vista, por citar una modalidad, puede ser utilizada para pagar gastos, como luz, agua, teléfono, entre otros, algo en lo que ambos deben colaborar. Puede ser útil que cada uno tenga una tarjeta de débito y crédito con esta cuenta, pero siempre acordando las pautas para gastar. Asimismo, un ahorro a largo plazo puede ser de ayuda para cubrir gastos extraordinarios y servir de colchón, en caso de pérdida temporal de ingresos.
<h2>Pro y contra</h2>
Como cualquier otro instrumento, una cuenta conjunta puede tener ventajas y desventajas. Darío Colmán señaló que el principal aspecto a favor es que se “crea la cultura de la administración conjunta, para que ambos se involucren, con lo que se gana en confianza y transparencia”. Sin embargo, en algunos casos, puede ser poco práctica, agregó, porque puede resultar burocrático, ya que exige la intervención de los nominados en la cuenta.
No obstante, también resulta saludable que cada integrante de la pareja tenga lo suyo, porque por muy bien compenetrados que estén en la pareja, no siempre van a tener el mismo criterio de gasto.
Por ello es recomendable que cada uno disponga de su cuenta con dinero para sus caprichos personales, según los expertos consultados.
Es importante aclarar que una cuenta separada no implica necesariamente una falta de confianza, ni tiene por qué ocultarse su existencia, por la razón principal de que poseer una cierta libertad para ahorrar o gastar el dinero propio a discreción, evitará muchas discusiones.