12 may. 2025

Cuba acusa a Trump de volver a la Guerra Fría al paralizar el deshielo

La reciente decisión del presidente de EEUU, Donald Trump, de paralizar el acercamiento a Cuba supone volver a la retórica de la Guerra Fría y perjudicará los intereses no solo de cubanos sino también de los propios estadounidenses, advirtió hoy el canciller cubano, Bruno Rodríguez.

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El ministro cubano advirtió de que los propios intereses del gigante norteamericano se verán afectados. Foto: Archivo ÚH

EFE

“Las medidas que acaba de anunciar el presidente Trump (...) son absolutamente insostenibles. El bloqueo es una pieza de la Guerra Fría. Primero, es criminal y genocida, según las convenciones de Ginebra contra el genocidio”, denunció el jefe de la diplomacia cubana en una rueda de prensa en Viena.

“Sin duda, la política de Trump marca un retroceso en las relaciones entre ambos países”, agregó.

Rodríguez calificó de “grotesco espectáculo salido de la Guerra Fría” el anunció del republicano Trump el pasado viernes de que revierte parte de la políticas de acercamiento que inició su antecesor en la Casa Blanca, el demócrata Barack Obama.

De hecho, afirmó que esa actitud no sólo afectará a las relaciones entre los dos países sino también a las “relaciones de Estados Unidos con América Latina”.

Rodríguez recordó que con este giro en la política exterior de Washington Trump no sólo ignora el apoyo mayoritario del Congreso de EEUU al levantamiento del bloqueo económico a Cuba, sino también el parecer del sector empresarial y, en general, de la opinión pública estadounidense.

En ese sentido, el ministro cubano advirtió de que los propios intereses del gigante norteamericano se verán afectados.

“Es curiosa la paradoja, porque Trump ha dicho que su prioridad son los ciudadanos estadounidenses, su prioridad es la creación de empleo, favorecer las oportunidades de empresas estadounidenses. Con estas medidas hace todo lo contrario”, valoró Rodríguez.

Por el contrario, dijo, levantar el bloqueo sí que favorecería a los intereses de EEUU, de sus electores y de quienes pagan los impuestos, que son los que sostienen al Gobierno.

El presidente estadounidense anunció el viernes su intención de prohibir el comercio con empresas controladas por el Ejército cubano y el Ministerio del Interior y dificultar los viajes individuales de ciudadanos estadounidenses a Cuba.

Rodríguez recordó que el propio Obama había admitido que la política de bloqueo a Cuba había fracasado.

El anuncio de Trump “es un regreso a una política fracasada”, aseveró el ministro cubano.

Por ello, advirtió de que, “como en el pasado”, esas medidas “no cumplirán los objetivos que se proclaman, sino lo contrario”.

“Restringirán las libertades de los ciudadanos estadounidenses, costarán más dinero a los contribuyentes, reducirán las oportunidades de sus compañías y empresarios frente a su competencia. Perderán ingresos y perderán empleo”, enumeró.

Con todo, el ministro reconoció que las restricciones anunciadas por Trump también causarán daños económicos a Cuba, tanto a las empresas estatales como a las cooperativas y a los trabajadores por cuenta propia y privados.

Por eso, cuestionó la contradicción de que Trump quiera imponer el capitalismo en Cuba y, al mismo tiempo, prohíba los negocios y los viajes a la isla.

En cualquier caso, indicó que habrá que esperar a conocer las regulaciones con las que se aplicarán esas medidas antes de poder opinar sobre su alcance final.

El canciller dijo que Trump “está mal asesorado” y que toma decisiones que “sólo favorecen intereses mezquinos de una envejecida y extremista minoría de origen cubano y de un puñado de políticos”, en referencia a los sectores más duros del exilio en Miami.

Rodríguez insistió varias veces en la disposición de su Gobierno a negociar con Estados Unidos los asuntos bilaterales que afectan a los dos países, pero siempre sobre el principio de la “absoluta igualdad soberana” y del “completo respeto” a la soberanía de Cuba.

“Los cambios que sean necesarios en Cuba los decidirá, soberanamente, el pueblo cubano, únicamente el pueblo cubano, como siempre lo ha hecho. No pediremos a nadie opinión ni permiso”, sostuvo Rodríguez.

El canciller vaticinó que bien bajo Trump o bajo el próximo presidente, el avance de la Historia acabará obligando a un Gobierno de Estados Unidos “a levantar el bloqueo y a normalizar las relaciones con Cuba”.

“Nosotros tendremos toda la paciencia, la resistencia, la decisión para esperar a que ese momento llegue y, sobre todo, a trabajar activamente para que eso ocurra”, prometió.


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