La reunión fue solicitada por el Gobierno libanés a Argelia como miembro árabe del Consejo en este momento, y aceptada por la presidencia de Eslovenia. Tendrá lugar a las tres de la tarde hora local, según confirmó el portavoz de la secretaría general, Stéphane Dujarric.
El mismo portavoz confirmó que el secretario general, António Guterres, está siguiendo muy de cerca los acontecimientos en la región y permanece “en contacto constante con los actores involucrados para instarles a la contención y la calma”.
“Hay que terminar con este ciclo de violencia urgentemente –dijo el portavoz–, visto lo que ayer sucedió; el intercambio de fuego a través de la Línea Azul (frontera libanesa israelí) y la creciente retórica” de odio entre las partes.
Añadió que en las hostilidades entre Hezbolá e Israel “el secretario general no tiene una varita mágica”, y urgió a los estados miembros a “ejercer una influencia positiva para evitar el agravamiento” de las situación.
Sobre cómo este repunte de hostilidades está afectando a la misión de la ONU en el sur del Líbano (UNIFIL), reconoció que ayer un vehículo de la misión fue apedreado, pero nadie resultó herido, y pidió que los cascos azules “no sean intimidados, ni amenazados, ni objeto de ataques”, para que puedan seguir con su misión de mantenimiento de la paz “en estas circunstancias extremadamente difíciles”.
TRAMPAS EXPLOSIVAS. Una investigación preliminar de las autoridades libanesas muestra que los aparatos de comunicación que estallaron esta semana fueron cargados con trampas explosivas antes de entrar en el país, según una carta de la misión de Líbano ante la ONU a la que la AFP tuvo acceso ayer.
“La investigación preliminar muestra que los dispositivos afectados fueron manipulados de forma profesional (...) antes de llegar a Líbano y su explosión fue provocada por el envío de mensajes a los aparatos”, dice la misiva enviada al Consejo de Seguridad en vísperas de una reunión sobre el asunto.
El primer ministro de Líbano pidió ayer a la ONU poner fin a la “guerra tecnológica” de Israel, a quien acusa de estar detrás de las explosiones de dispositivos de comunicación.
La ONU debería adoptar “una postura firme para detener la agresión israelí contra Líbano y la guerra tecnológica que está librando”, afirmó Najib Mikati en un comunicado.